El Colegio Oficial de Farmacéuticos de Barcelona puso en marcha hace un año y medio este observatorio, con el que han colaborado hasta el momento unas setenta farmacias, que han informado regularmente de los posibles casos que han registrado de venta de medicamentos con fines lúdicos.

En este año y medio, explicó Borràs, las oficinas de farmacia han notificado una media de 150 avisos anuales, es decir, aproximadamente uno cada dos días, informa Efe.

Los analgésicos, como pueden ser los antitusivos, los ansiolíticos, como los tranquilizantes, y los anestésicos son los tres tipos de fármacos más utilizados con finalidades lúdicas, siendo la codeína y el metilfenidato los principios activos más consumidos con este fin.

Borràs subrayó que la ingesta de estos medicamentos es «totalmente segura» siempre que se haga según las pautas médicas, y que «el problema viene cuando se toman dosis muy elevadas» sin control.

Las personas que hacen un uso abusivo de estos fármacos buscan conseguir efectos alucinógenos, estimulantes, depresores o incluso modular los efectos de otras drogas.