Lunes, 9 de abril de 2007. Año: XVIII. Numero: 6322.
ÚLTIMAS NOTICIAS TU CORREO SUPLEMENTOS SERVICIOS MULTIMEDIA CHARLAS TIENDA LOTERÍAS
Primera
Opinión
España
Mundo
Ciencia
Economía
Motor
Deportes
Cultura
Toros
Comunicación
Última
Índice del día
Búsqueda
 Edición local 
M2
Catalunya
Baleares
 Servicios 
Traductor
Televisión
Resumen
 de prensa
Hemeroteca
Titulares
 por correo
 Suplementos
Magazine
Crónica
El Cultural
Su Vivienda
Nueva Economía
Motor
Viajes
Salud
Aula
Ariadna
Metrópoli
 Ayuda 
Mapa del sitio
Preguntas
 frecuentes
Es un delito y una cobardía ceder el paso a los indignos (Epícteto)
 CIENCIA
PSICOLOGIA / Un experto describe las 15 enfermedades mentales y físicas que provoca el consumo excesivo de televisión / Los niños son los más afectados
Los riesgos de la 'teleadicción' infantil
FERNANDO MAS. Corresponsal

LONDRES.- El doctor Aric Sigman, psicólogo para más señas, no tiene la menor duda de que muchos de los males que aquejan a los chicos de hoy en día tienen un culpable: ¡la televisión! El incremento de los casos de cáncer, autismo o demencia... tienen un vínculo directo con las horas que los niños se pasan sentados delante de la pantalla. De la pantalla de la tele y de la pantalla del ordenador.

Cantaba Aviador Dro allá por el invierno de los años 70 aquello tan suculento de que «la televisión es nutritiva». Lo es. De hecho la obesidad también tiene mucho que ver con la vida que se va saboreando dibujos, películas, estupideces varias.

Sigman, miembro del Instituto de Biología del Reino Unido y de la Sociedad Psicológica Británica, ha publicado en la revista Biologist un estudio que lo lleva a una conclusión quizá radical, pero a tener muy en cuenta: «Permitir a los niños que continúen viendo la televisión es abdicar de la responsabilidad de padres. Mientras la sociedad se ha alarmado por la comida en los colegios, ignora la alta dieta de tele que los niños consumen».

«Que niños menores de tres años vean la televisión puede tener efectos nocivos sobre la habilidad matemática y la capacidad y comprensión en la lectura», explica.

Lo que ha hecho Sigman es analizar los muchos estudios que se han publicado en el mundo sobre las diferentes alteraciones y enfermedades que aquejan a los niños de manera asombrosa en la última década. Como quien descubre un dibujo oculto detrás de unos números que va uniendo con una línea, Sigman ha descubierto los efectos nocivos de la tele.

En el Reino Unido, según datos de organismos oficiales, una persona de 75 años puede haber perdido 12 años con sus ojos puestos en una pantalla.

El psicólogo deja claro que lo imporante no es lo que se ve, excusa de muchos adultos para justificar el consumo de televisión. «Es el número de horas y la edad a la que se empieza a consumir televisión lo que produce efectos biológicos. El que esos efectos ocurran está vinculado con el medio, no con el mensaje».

No hace más de dos meses, un equipo del Registro Nacional de Psiquiatría de Dinamarca publicó un informe en el que advertía del incremento de desórdenes mentales entre los niños y adolescentes. El autismo, el síndrome de Tourette, los desórdenes obsesivo compulsivos... Tras estudiar a 700.000 personas jóvenes han determinado, por ejemplo, que algunos de estos trastornos se habían triplicado entre 1992 y 1999. ¿Por qué? No tenían respuesta para ello. Hablaban, de forma genérica, de «la vida moderna y el ambiente, quizá la dieta y las vacunas» como causa «del aumento de los problemas de salud mental».

Sigman tiene su respuesta: la televisión. La Academia Americana de Pediatría, las universidades de Stanford o Cornell, informes de The Lancet o información obtenida de otras prestigiosas fuentes le han servido al psicólogo para vincular directamente el consumo del producto totémico con 15 desórdenes realmente preocupantes. A saber:

Obesidad.

Para el doctor Sigman no cabe la menor duda de que estar sentado delante de la tele se ha convertido en la actividad de muchos chicos, que han dejado otras más sanas. Pero es que además, el sedentarismo se asocia directamente a una dieta pobre.

Problemas hormonales

. Ver la televisión reduce la producción de melatonina, hormona y antioxidante clave que juega un papel clave en el sistema inmunológico, en el ciclo del sueño y en la pubertad. La melatonina regula el reloj biológico y los brillos de la pantalla interrumpen su producción.

Cáncer.

Sigman defiende que la reducción de la melatonina puede estar directamente unida a las mutaciones genéticas que terminan en cáncer. Muchos médicos han especulado sobre los vínculos entre la falta de sueño, por ejemplo, y el cáncer, recuerda el psicólogo.

Adelanto de la pubertad.

Las niñas están alcanzando la pubertad mucho antes que en la década de los 50, por ejemplo. Estudios en animales vinculan directamente los bajos niveles de producción de melatonina con una pubertad temprana. Como se ve, la melatonina es la substancia clave a la que ataca la televisión.

Autismo.

Uno de cada 166 niños sufre autismo, según los datos que maneja este científico. Basado en un informe de la Universidad de Cornell, el doctor Sigman sugiere que ésta es otra causa del consumo masivo de televisión. Lo que defiende es que la tele puede acelerar, acrecentar o, si se quiere, destapar este problema en los niños con tendencia al autismo.

Trastorno del sueño

. La exposición a la pantalla de la tele está directamente ligada con los problemas para conciliar el sueño. Tanto en adultos como en niños. En el caso de los menores, existe una relación directa entre una situación y otra.

Diabetes.

El doctor Sigman afirma que uno de los efectos de la tele se deja sentir en el metabolismo de la glucosa, que se empieza a hacer de una manera anormal. Considera que hay una relación directa con dos nuevos tipos de diabetes. La vida sedentaria, delante de una pantalla, conlleva el consumo de golosinas y bebidas azucaradas.

Hambre.

Sí, la televisión es nutritiva, porque provoca sensación de hambre y altera, dice este psicólogo, alteraciones de las hormonas leptin y ghrelin, que regulan la sensación de saciedad o de hambre, respectivamente.

Desarrollo intelectual.

Al contrario que la lectura, el consumo de televisión no estimula en ningún caso la actividad intelectual, igual que la inmensa mayoría de los juegos de ordenador de los jóvenes.

Problemas de atención.

Largos periodos delante de la TV tienen consecuencias directas sobre los llamados mecanismos neuronales que controlan la atención. Pueden suponer el daño de células cerebrales y, consiguientemente provocar que una persona sea incapaz de centrarse en cosas diferentes a la televisión. En el caso de los niños esto se traduce en problemas de aprendizaje.

Alzheimer.

Ver la televisión de forma desproporcionada entre los 20 y los 60 se relaciona con el Alzheimer. Cada hora que se añade a la ración diaria de tele hace disminuir la atención, los tiempos de reacción y mina la memoria.

Vista.

Muchas enfermedes de la vista antes consideradas genéticas, se relacionan hoy con la exposición a la pantalla. La miopía es una de ellas, según Sigman.

Disfunciones coronarias.

Las horas que se pasan delante del televisor en la infancia o en la adolescencia dan como resultado, cuando una persona se hace adulta, el aumento potencial de colesterol y de enfermedades coronarias.

Sistema inmune.

Algunas partes de nuestra piel que juegan un papel básico en la curación de heridas se resienten, el espesor y consistencia de las células de la piel ligadas al sistema inmune se reduce.

Metabolismo.

Las horas que se acumulan delante de la tele pueden afectar al metabolismo, rebajando su funcionamiento natural, lo que implica que se dejan de quemar las grasas.

recomendar el artículo
portada de los lectores
copia para imprimir
Información gratuita actualizada las 24 h.
 SUSCRIBASE A
Más información
Renovar/Ampliar
Estado suscripción
Suscríbase aquí
Suscripción en papel
 publicidad
Haz Click Aquí
  Participación
Debates
Charlas
Encuentros digitales
Correo
PUBLICIDAD HACEMOS ESTO... MAPA DEL SITIO PREGUNTAS FRECUENTES

elmundo.es como página de inicio
Cómo suscribirse gratis al canal | Añadir la barra lateral al netscape 6+ o mozilla
Otras publicaciones de Unidad Editorial: Yo dona | La Aventura de la Historia | Descubrir el Arte | Siete Leguas

© Mundinteractivos, S.A. / Política de privacidad