MADRID. - Telecinco y Antena 3 reclaman al Gobierno que cumpla su promesa de limitar la publicidad de TVE a nueve minutos por hora, para compensarles por el perjuicio que suponía para sus cuentas de resultado la apertura de Canal Plus y la concesión de La Sexta. Las privadas acusan, además, a TVE de hacer todo lo contrario: incrementar su participación en la tarta publicitaria a costa de «tirar los precios», algo que niegan los directivos de ésta.
Reducir de 12 a nueve minutos por hora el tiempo de publicidad en la cadena pública liberaría unos 125 millones de euros de inversión publicitaria, según fuentes del mercado, que irían directos a las televisiones privadas, de ahí la insistencia de éstas en que el Gobierno cumpla cuanto antes su promesa.
Desde Telecinco se asegura que la cadena «está convencida de que el Gobierno cumplirá su compromiso incluyendo la reducción de la publicidad en el contrato programa de TVE», pendiente de negociarse, una vez cerrada la reforma de la cadena pública. «En todo caso, teniendo en cuenta que los precios de la publicidad de TVE son más bajos que la media del mercado, podrían comenzar a reducir ya el tiempo dedicado a la publicidad y subir los precios, sin perder apenas ingresos», sugieren en la cadena controlada por la italiana Mediaset.
«Estamos a la expectativa de que se cumpla la promesa del Gobierno», afirman en Antena 3. Mientras eso llega, muestran su preocupación ante «la evidencia de que TVE no ha cambiado su modelo, sino que sigue actuando como una cadena comercial». «Lo más grave», añaden en Antena 3, «es que TVE está vendiendo su publicidad por debajo del precio medio del mercado, en más de un 20%, lo que provoca una gran distorsión».
Discordia por los precios
En esto coinciden con otras fuentes del sector publicitario, que calculan también en un 20% el diferencial de precios entre la cadena pública y Telecinco y Antena 3. «El peor problema al que nos enfrentamos en estos momentos es que TVE está provocando una caída de los precios de la publicidad en televisión, en un momento en que la tarta publicitaria crece poco y que las audiencias de las grandes cadenas siguen bajando como consecuencia de la llegada de dos nuevas televisiones en analógico al mercado», aseguró un directivo de las privadas.
«Con estos factores», concluye, «sólo nos queda aumentar el precio para seguir manteniendo los ingresos, pero es muy difícil si uno de los principales actores del mercado está haciendo dumping de forma continuada».
Cruzando datos de Infoadex y de Sofres, fuentes del sector afirman que en 2006, año en el que supuestamente tendría que haberse reducido el tiempo de publicidad de la cadena pública, ésta aumentó un 6% el tiempo de ocupación -computando La Primera y La 2 conjuntamente-, mientras el de Telecinco creció un 0,8% y el de Antena 3 un 0,2%. Cierto que ambas cadenas privadas se encuentran al límite del máximo legal de 12 minutos por hora, con lo cual su margen de crecimiento es menor en comparación con los dos canales de TVE, sobre todo de La 2.
Los responsables de la cadena pública consultados no comparten ni el diagnóstico ni las cifras. «Los datos debidamente torturados te dan o te quitan la razón», aseguran en TVE. «Es radicalmente falso que hagamos dumping, intentamos vender mucho y bien y tratamos de hacer incrementos de precios en función de la audiencia que tenemos», dice uno de sus directivos. También rechaza la cadena pública la fórmula de unir audiencias y publicidad de sus dos canales.
La primera intención del Gobierno era limitar la publicidad de TVE a través de la Ley General Audiovisual, pero esta norma difícilmente saldrá en esta legislatura. Joan Clos, el actual titular de Industria, departamento del que dependen las televisiones, ya ha reconocido públicamente la dificultad de aprobar la ley antes de que concluya la actual legislatura, dado el alto grado de consenso que requiere.
Benny Hill ha sido repudiado por la BBC. La cadena británica ha decidido retirar el programa de su parrilla para Estados Unidos porque es «machista, sexista y retrógrado». Los responsables de la BBC consideran que el cómico, interpretado por Alfred Hawthorn Hill, ya no refleja la esencia británica. Hace más de dos décadas, a finales de los 80, el espacio de humor fue retirado también de la programación británica.
Guerra de cifras y minutos
Las cadenas de televisión privadas quieren ingresar más por publicidad, a pesar de la nueva competencia de Cuatro y La Sexta, y TVE no está dispuesta a ingresar menos mientras no esté obligada por ley.
Así las cosas, la guerra de cifras en torno a la publicidad emitida, medida al segundo, está servida. Las cadenas privadas y TVE manejan las mismas cifras de audiencias y de ocupación publicitaria, pero cada una las presenta y utiliza de distinta manera, en función de sus intereses respectivos.
Unas y otras revisan el tiempo dedicada por el resto a la publicidad, medida en segundos y porcentajes, y las coincidencias son evidentes, dado que la fuente de medición es la misma, Sofres, y que ninguna de estas cadenas cuestiona el trabajo de esta empresa.
Tanto Telecinco, la cadena con mayor tasa de ocupación, como Antena 3, que le sigue muy cerca, están ya rozando el límite legal de 12 minutos de publicidad por hora de emisión. Su crecimiento en lo que va de año está siendo, por tanto, mucho más modesto que el de las cadenas recién llegadas -Cuatro y La Sexta-, que partían de cifras muy bajas la una y de cero la otra.
Algo parecido ocurre con los dos canales de la televisión pública. Ni TVE-1ni La 2 se acercan a esos 12 minutos, sobre todo la segunda. Por esa misma razón, al igual que ocurre con Cuatro y La Sexta, sus cifras de ocupación están creciendo a un ritmo superior a Telecinco y Antena 3. No así la de TVE-1, que ha bajado.
