Fernando Alonso consiguió ganar por primera vez una carrera con su nuevo equipo, McLaren, en el segundo Gran Premio que afrontaba. En Australia fue segundo y en Malasia primero, con lo que se sitúa líder del Mundial. En la historia de la Fórmula 1 sólo los más grandes han cambiado de escudería sin bajarse de los podios. El estreno del bicampeón español ha sido mejor, por ejemplo, que el de Michael Schumacher con Ferrari. El alemán también llegó a la marca italiana con dos mundiales, logrados en 1993 y 1994 con Benetton, pero su aclimatación fue más lenta que la de Alonso con McLaren. No ganó hasta la séptima carrera de 1996, en su primer año en Ferrari, y lo hizo en el Gran Premio de España, bajo una atroz lluvia. Después sumaría dos triunfos más para finalizar tercero en el Campeonato del Mundo. El Ferrari F310 fue un foco de problemas para el germano, que sufrió en su estreno con el nuevo equipo.
Más plácida resultó la aclimatación de Ayrton Senna a McLaren en 1988, donde llegó procedente de la escudería Lotus. El brasileño, como Fernando Alonso, ganó en la segunda carrera con la escudería inglesa, en San Marino. Su buen comienzo se prolongó con siete triunfos más ese año. Ganó el primero de los tres Mundiales que firmaría antes de fallecer en 1994, precisamente en el circuito de San Marino. Otro mito de McLaren, Alain Prost, quien consiguió tres campeonatos con el equipo, se estrenó con victoria, en 1984, aunque finalizó segundo en la clasificación final del año. / JAIME RODRIGUEZ
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