Pero en Australia ya vieron asomar en el podio el morro de los Mercedes. Sorpresa. También dedujeron que el jefe tendría que ser Kimi Raikkonen, por la debilidad de un Massa demasiado impetuoso. Sin embargo, en el calor de Malasia su dominio debía ser mayor, aunque la vigilancia de los comisarios respecto al fondo móvil del F2007 se iba a aumentar. «Massa arruina la fiesta de Alonso», titulaba ayer la Gazzetta dello Sport aplaudiendo la buena clasificación del brasileño el sábado, rabiosa pole en el tramo final. Ayer, la culpabilidad se repartía entre la mecánica y el fallo humano. Los motores Ferrari, ya en la segunda etapa del ciclo, sufrieron en exceso, sobre todo tras los errores de ambos pilotos en la salida. «Allí, ellos fueron simplemente mejores», dijo lacónico Kimi Raikkonen. Él cumplió en las últimas vueltas, presionando al joven Hamilton en busca de unos puntos quizá vitales cuando el Mundial deba decidirse. «Nos ha faltado la velocidad necesaria para contrarrestar a nuestro adversario. Estoy un poco decepcionado, pero, al mismo tiempo, soy consciente de que sólo es el principio de la temporada», declaró el finlandés, segundo en el Mundial, según informa Afp.

Massa, que echó a perder su primer puesto en la parrilla tras una serie de malas decisiones, hacía autocrítica y sacaba conclusiones en positivo: «Ha sido una carrera muy dura en la que hemos sufrido mucho. Los adelantamientos eran casi imposibles. He cometido un error intentando adelantar a Lewis y me he salido de pista. No me arrepiento de haber probado, la próxima vez irá mejor. La carrera no ha marchado como esperábamos y nuestro ritmo era menor de lo previsto. Ahora debemos trabajar para intentar comprender las causas y para mejorar de cara a las próximas carreras. Por otra parte, es importante haber llevado el coche hasta la meta y lograr algunos puntos». En el box de Ferrari esperaba al piloto paulista su novia, Rafaela Bassi, que le había prometido un típico regalo de la Semana Santa italiana, un enorme huevo de chocolate.

«Esto es un resultado decepcionante», decía Jean Todt, el jefe de la escudería. «Los elementos cruciales para conseguir el éxito en una carrera son la posición en la parrilla, la salida, la estrategia, la fiabilidad y, obviamente, el rendimiento de los coches. Y hemos fallado en casi todos».