BARCELONA.-
El alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, descarta implantar en la próxima legislatura «peajes ecológicos» para los vehículos que entren en la ciudad como plantean algunos colectivos, porque entiende que las áreas verdes de aparcamiento ya son «una gran medida disuasoria» contra el uso del coche.
En una entrevista concedida a Efe, Hereu considera que tras la puesta en marcha en este mandato de los aparcamientos regulados para residentes, la «gran apuesta» será ahora la mejora del transporte publico metropolitano, «porque antes de adoptar nuevas medidas de disuasión hemos de ofrecer alternativas».
El alcalde afirma que el verdadero reto será «darle la vuelta» a los servicios de Cercanías de Renfe, proceso en el que deben estar implicados las tres administraciones -la estatal, la catalana y la local- y donde el traspaso de la gestión de este servicio, añade, debe ir precedido de la inversión para que la red sea transferida en perfecto estado, «es decir, antes del traspaso, arréglelo», reclama.
En cuanto a la posibilidad de ampliar las áreas verdes de aparcamiento, reconoce que sólo se llevará a cabo «a demanda de los vecinos y tras estudiar caso a caso» y, si se mantiene en el gobierno municipal, no tienen pensado una «extensión generalizada».
Un elemento fundamental para la movilidad en Barcelona y su entorno será la creación del ente de gobierno metropolitano -esencial también para otras áreas como la vivienda o los residuos- un compromiso de la Generalitat para este mandato «que se cumplirá y que si no se cumple, lo denunciaré», advierte.
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