PABLO DE LA CALLE
«El Valencia es más equipo, pero el Chelsea está formado por campeones». A Claudio Ranieri (1951, Roma) le avala el peso de la historia para analizar con propiedad el electrizante duelo que hoy mantendrán en Mestalla dos ex equipos suyos. El italiano, actual preparador del Parma, llegó a Valencia en 1997 y en dos temporadas conquistó una Copa del Rey y una Supercopa de España, y logró que por primera vez el Valencia disputara Champions. Su éxito le catapultó al Atlético de Madrid y después al Chelsea. Al club londinense de Abramovich se unió en el curso 2002-03, consiguiendo el subcampeonato de la Premier y la semifinal de la Liga de Campeones.
En verano de 2004 fue despedido por el magnate ruso e inmediatamente después regresó al Valencia. Su retorno al conjunto español se selló con fracaso, ya que a finales de febrero de 2005 fue despedido. Su puesto lo ocupó Antonio López.
Claudio Ranieri se considera un privilegiado por haber trabajado en los equipos de moda del continente europeo, y desde Parma, en conversación telefónica, escruta lo que puede suceder esta noche. «Estoy convencido de que será un gran encuentro, muy parecido al que disputó el Valencia con el Inter. Desde el principio se irá al choque directo porque el Chelsea necesita marcar pronto y no podrá especular demasiado. La pelea será emocionante porque ambas escuadras están muy bien construidas y entrenadas. La eliminatoria, a pesar del buen resultado que lograron los españoles en Londres, está al 50%».
Metamorfosis.
El preparador italiano reconoce que ambos equipos se parecen muy poco a los que él entrenó en un pasado reciente. La metamorfosis ha sido tremenda. Asegura que el Valencia tiene mucha más experiencia internacional -ha sido finalista en dos ediciones de la Champions- y que el Chelsea ha abandonado la mediocridad para entrar en la élite. «Abramovich ya no se conforma con lo que tiene, tiene un equipo de campeones y necesita ganar algo. Si no vence al Valencia, no sé lo que puede pasar con Mourinho», añade el técnico romano.
Aunque el Valencia y el Chelsea parecen cortados por el mismo patrón táctico, Ranieri sostiene que el conjunto español gana en solidaridad y consistencia. «El Valencia es más compacto y se desenvuelve como un equipo, todos juegan con todos, algo que no sucede en el Chelsea. Este Valencia no te permite jugar con tranquilidad y exprime al máximo sus posibilidades. Es fuerte en defensa, controla el ritmo del partido, aprovecha las bandas con Joaquín, Vicente o Angulo y maneja perfectamente el contragolpe. Además, tiene a un Silva que puede machacar al Chelsea en cualquier momento, porque tiene velocidad, se mueve muy bien entre líneas, ofrece pases de gol y, como ya quedó claro en Stamford Bridge, tiene un gran disparo. Él y Villa son peligrosísimos y harán sufrir al Chelsea».
Las armas del Chelsea serán la fortaleza del centro del campo (Lampard, Essien, Ballack) y la contundencia ofensiva (Shevchenko y Drogba), que, según Ranieri, pueden ser contrarrestadas con la elevada autoconfianza que atesora el grupo de Quique. «Ellos saben que son muy difíciles de batir y que un empate a cero les mete en semifinales. A estas alturas es más importante la condición psíquica que la física. Nadie puede descartar que el Valencia y la Roma, los presuntamente más débiles, alcancen la final», afirma este trotamundos que, desde su privilegiada perspectiva, recalca que el equipo ideal podría estar formado con los fundamentos tácticos del fútbol italiano, el control del balón del español y la fortaleza del inglés.
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