La caída del Celta a los puestos de descenso en la última jornada del campeonato acabó con el técnico gallego, que fue destituido en la tarde de ayer a falta de nueve jornadas para el final de la temporada, tiempo en que otro preparador tratará de salvar la categoría del conjunto vigués. «Desde la ratificación de hace dos meses no se han dado las condiciones para que continuase en el cargo, en lo que son las matemáticas, porque de ocho partidos se han logrado cinco puntos y en lo que no son matemáticas, porque hemos percibido un deterioro, no en todos los partidos, pero sí en algunos, como el de ayer ante el Recreativo de Huelva», señaló del director general del Celta, Xabier Martínez Cobas.

La mala dinámica de resultados en que está inmerso el Celta acabó con la paciencia de la grada y del consejo de administración. Anoche, en declaraciones a Radio Galega, Vázquez afirmó que estaba «confiado y seguro» de sacar al equipo adelante y dijo que no esperaba su destitución. Elogió el juego del equipo, aunque admitió que «los resultados se estaban retrasando en demasía».

La derrota del pasado domingo ante el Recreativo fue decisiva. El equipo vigués se metió en el pozo de la clasificación y varios aficionados increparon al técnico a la vuelta de Huelva. Una situación que no era en absoluto desconocida para el entrenador coruñés. Pese a que cogió al equipo recién descendido a Segunda División, en el curso 2004/05, y consiguió subirlo en sólo una temporada, pese a que incluso fue capaz de clasificarlo para la Copa de la UEFA en su vuelta a Primera, nunca tuvo el beneplácito de la grada. Eel Celta busca nuevo técnico, un «revulsivo», en palabras de su director deportivo, Félix Carnero, quien espera presentarlo mañana. No descarta que pueda ser «de la casa».