L. F. L.. Enviado especial
CHARLEROI (BÉLGICA).-
Jasikevicius, Macijauskas o Siskauskas son nombres del pasado cercano del Lietuvos que explican su ascenso a la élite europea en sólo una década y que permiten encuadrar, y relativizar, su ímpetu actual. Ningún jugador se acerca al talento de aquéllos en el conjunto dirigido por Aleksandar Trifunovic, desde finales de febrero. Con el serbio, «el colectivo se ha endurecido en defensa y carga con fuerza el rebote ofensivo, aunque apenas contraatacan», analiza Jenaro Díaz, ayudante de Joan Plaza y, el pasado verano, de Pepu Hernández. El asistente retrata a las individualidades más respetables del Lietuvos, entre las que no se encuentra su único internacional en el Mundial de Japón, Tomas Delininkaitis, el jugador que menos contaba en aquel combinado que España superó camino del oro.
Stelmahers.
«No rifa balones, es un seguro. Era un escolta, reconvertido a base, e interpreta muy bien el juego. Maneja los primeros 12-13 segundos de la posesión». El base letón, cumplidor desde el triple (37%), aplica ritmos pausados. De hecho, el equipo lituano es el que menos balones pierde y lidera en asistencias a los semifinalistas.
Rush.
Alero estadounidense y fichaje de invierno, sólo ha jugado seis partidos, a 17 puntos por cita. «¿Cómo se puede defender a Navarro? Pues atacándole mucho. Con Rush ocurre algo similar. Sus rachas son temibles; un asesino. Tras bloqueo, hacia la izquierda busca el uno contra uno y la penetración, hacia la derecha, pararse y tirar». Al mismo patrón intermitente responde Koljevic, ex del Lagun Aro Bilbao, que llegó a liderar la ACB en canastas por minuto.
Batista.
Primera temporada profesional, brasileño de nacimiento, formado en la Universidad estadounidense de Gonzaga, cuenta con 17 minutos (9,3 puntos y 4,1 rebotes) en un conjunto donde los esfuerzos se reparten mucho. «Cuando está intenso, recuerda a Scola, pero se desenchufa. Eso le ocurre a todo el equipo, que tiene lagunas».
Nielsen.
El australiano representa la principal amenaza interior (9,5 puntos) y encabeza la lista de reboteadores del Lietuvos (5,5). «Juega a lo Garbajosa. En el poste bajo, se gira normalmente a la derecha buscando el gancho, aunque prefiere moverse por fuera. Puede tirar fácil desde el triple y correr el contraataque». Colabora a la par Jomantas, cosecha de 1985, el talento de mayor proyección del bloque.
Zukauskas.
«Con sus 2,16 metros intimida una barbaridad, pero sobre su defensa tengo dudas». Pesa sobre él una lesión de hombro que ha tenido seco una temporada a este baloncestista tardío, que con 20 años aún trabajaba en un fábrica del puerto de Klaipeda. Veterano (1973) de mal recuerdo para España por su contribución al título de Lituania en el Europeo de Suecia. Sólo ha sido titular cuatro veces en la Copa ULEB.
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