MADRID.-
Desde el pasado día 1 de abril, los trabajadores de Solán de Cabras mantienen un duro pulso con la dirección de la empresa de aguas minerales. Prácticamente la totalidad de la plantilla -118 de los 120 empleados existentes- mantiene una huelga indefinida en protesta por el cambio de jornada laboral que ha planteado la compañía.
Desde hace una semana, los huelguistas mantienen cortado totalmente la carretera de acceso a la planta envasadora, por lo que no puede entrar ni salir ningún camión de sus instalaciones, al tiempo que la producción se ha paralizado.
Según un portavoz del comité de huelga, los trabajadores mantendrán los paros hasta que la empresa no retire la propuesta de aumentar una hora más la jornada laboral de lunes a viernes, completar una jornada de doce horas de trabajo los sábados y los domingos y trabajar todos los festivos del año con el objetivo de aumentar la productividad.
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