WASHINGTON.-
Tras un embarazoso silencio de casi dos semanas y con sus subordinados en pie de guerra, el presidente del Banco Mundial, Paul Wolfowitz, admitió ayer que es el responsable último de la subida de sueldo de su novia, una empleada del organismo.
«Como presidente de esta institución, acepto toda la responsabilidad por las medidas adoptadas en este caso», dijo el ex número dos del Pentágono en una misiva electrónica distribuida entre los alrededor de 10.000 empleados del organismo.
El comunicado deja claro que fue Wolfowitz quien, en última instancia, decidió promocionar a Shaha Ali Riza a un cargo ejecutivo antes de que ésta fuera transferida en septiembre de 2005 al Departamento de Estado de EEUU, donde trabaja ahora, aunque permanece en la nómina del Banco.
El ex halcón del Departamento de Defensa también habría tenido la última palabra sobre los aumentos salariales de más de 60.000 dólares a su novia, que han colocado la remuneración de Riza en 193.590 dólares libres de impuestos, más que lo que cobra la propia jefa de la diplomacia estadounidense, Condoleezza Rice.
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