Pregunta.- ¿Cuál va a ser su propuesta estrella esta campaña?

Respuesta.- Poner en valor todo el trabajo que hemos hecho estos cuatro años. Hemos reorganizado la ciudad con infraestructuras que permiten compatibilizar movilidad y recuperación de la ciudad para el ciudadano. La ciudad no podía soportar el tráfico que tenía dentro, pero si el precio que pagábamos por ello era reducir la movilidad, perdíamos competitividad.

P.- ¿Se siente huérfano sin una iniciativa gorda como la M-30?

R.- No hay nada más gordo que conseguir que lo que ha sido una agresión durante los últimos 80 años (reducir el espacio al ciudadano) desaparezca y que no perjudique la pujanza de Madrid.

P.- ¿Cuántos votos cree que le dará la M-30?

R.- Los ciudadanos valoran lo que ha significado la recuperación de un espacio, vencer las inercias, los temores, la tentación de no hacer nunca nada y todo eso es lo que significa haber hecho la M-30. Se van a identificar con un proyecto que significó riesgo por mi parte, que probablemente muchos otros políticos no se hubiesen atrevido a afrontarlo. La M-30 lo que identifica es una política de transformación de la realidad. Un compromiso.

P.- ¿Qué supone para su carrera política esta obra?

R.- La capacidad de gestionar un proyecto que muchos ni siquiera se atrevieron a soñar.

P.- ¿Se ha perdido en la nueva M-30?

R.- No, pero tengo truco porque me la he recorrido tantas veces en obras que conozco hasta las salidas de emergencia.

P.- Los carteles parecen hechos para perderse...

R.- No. Los madrileños están informados muy bien con la nueva señalización.

P.- ¿Pensó en algún momento que la reforma le iba a estallar?

R.- Hubo un momento, hace dos años, que por los muchos obstáculos que se pusieron, pensé que podíamos encontrarnos en la necesidad de explicar a los ciudadanos que tal día como hoy la obra no iba a estar terminada. Lo pensé. Pero tomamos la decisión de seguir adelante y hoy está terminada.

P.- Lo que sí ha estallado han sido los parquímetros...

R.- Al contrario, va a ser uno de los elementos más positivos de la valoración de la gestión de estos cuatro años.

P.- ¿No retirarlos de los cascos históricos fue una cuestión de orgullo o una decisión por los vecinos?

R.- Ha sido no negar a los vecinos del extrarradio los mismos derechos que tienen los del centro. La izquierda dice que tiene más derechos el ciudadano de Retiro que el de Hortaleza. Yo no lo pienso.

P.- ¿Qué opina de que PSOE e IU hayan propuesto retirarlos?

R.- El discurso de la izquierda de que el privilegio de poder aparcar en la puerta de casa sólo lo pueden tener los de Salamanca, no lo comparto. Nunca he visto nada más conservador e insolidario que decir 'parquímetros sí para los de Salamanca pero no para los de Carabanchel'. Reconocen que el sistema es bueno pero no quieren que los vecinos del sur tengan los mismos privilegios.

P.- ¿Puede ser su punto de desgaste electoral?

R.- No. Va a ser el punto de desgaste electoral del partido socialista, que va a tener que explicar por qué lo defiende para los que viven en los Jerónimos y se lo niega a los que viven en Carabanchel.

P.- ¿Qué le parece que Esperanza Aguirre fuera a recibir a los antiparquímetros?

R.- Me parece estupendo todo lo que sea abrir un diálogo. Yo los he abierto muchísimo, he hablado muchas veces con ellos. Lo que hizo fue repetir lo que yo había hecho antes.

P.- ¿Qué era Madrid antes de 2003 y qué es ahora?

R.- Una ciudad con dudas antes de 2003 y una ciudad con una vocación de liderazgo absoluta ahora.

P.- ¿Pero gobernaba el mismo partido?

R.- Sí. El equipo anterior puso las bases para que nosotros pudiéramos desarrollar el gran proyecto. Sin lo que hicieron ellos, no podríamos haber llevado a Madrid donde está.

P.- ¿Cree que ha tenido una buena oposición durante estos años?

R.- Trinidad Jiménez ha sido una buena opositora durante el tiempo que ha estado. Su problema ha sido que no quería estar donde estaba y ha empleado mucho tiempo en intentar salir, hasta que lo consiguió. Esa falta de continuidad le ha hecho perder oportunidades para construir un discurso alternativo.

P.- ¿Qué le parece Miguel Sebastián como candidato?

R.- Me pasa como a la mayoría de los madrileños, yo sólo lo conozco de dos ocasiones y no es suficiente para formarme una opinión de él.

P.- ¿Y Angel Pérez?

R.- He estado muchos años conviviendo con él y me parece un hombre brillante e inteligente.

P.- ¿Qué va a hacer con las cajas que Miguel Sebastián ha dicho que le va a enviar con objetos que le recuerden sus incumplimientos?

R.- No sé si el partido que gobierna España ha elegido una estrategia seria de campaña.

P.- Su vicealcalde ya ha adelantado que se va a hablar de peatonalizaciones... ¿como la de la Gran Vía?

R.- Miguel Sebastián se ha equivocado de calle. Me parece una propuesta comparable a cuando Trinidad Jiménez propuso poner semáforos en la M-30. Lo que hay que peatonalizar son las zonas residenciales, no las zonas comerciales.

P.- Prometió no subir los impuestos... ¿Cómo va a pagar el endeudamiento si no hay una reforma de la Ley de Haciendas Locales?

R.- Tenemos, gracias al dinamismo de Madrid, recursos suficientes para pagar absolutamente todo.

P.- ¿Qué cambiaría de estos cuatro años de gobierno?

R.- Muchísimas cosas realizadas por mí, ninguna de las que han hecho los miembros de mi Gobierno.

P.- Los sondeos le dan mucha ventaja... ¿le tranquiliza?

R.- Nunca me he fiado de los sondeos ni cuando eran malos, mucho menos ahora que son buenos. De los sondeos, lo único importante es la tendencia y ahí sí creo que refleja una identificación de los madrileños con este Gobierno.

P.- ¿Por qué no ha querido entrar en campaña aún?

R.- Me atengo a la ley electoral que dice que la campaña empieza el 11 de mayo.

P.- ¿Va a reservar todas sus propuestas para el 11 de mayo?

R.- Los madrileños saben cuáles van a ser mis propuestas sin esperar al 11 de mayo. Las anunciaré, pero hay que respetar la ley. Entiendo que haya partidos que quieran prolongarlas a tres meses, a seis o a un año.

P.- Quedan dos incorporaciones a su lista, ¿tienen algún nombre?

R.- Aún no, pero serán personas del partido y valiosas para una lista donde los que quieran repetir, estarán.

P.- ¿Admitiría cualquiera que le dijera Esperanza Aguirre?

R.- La lista no la hace Esperanza Aguirre, la hace el Comité Electoral Nacional.

P.- La primera novedad fue Concepción Dancausa, ¿va a formar parte de su Gobierno?

R.- Sería arrogante hablar de Gobierno antes de ganar. Dancausa es una gran incorporación y formará parte del equipo de la lista del PP.

P.- Si gana las elecciones, ¿acabará la legislatura en el Ayuntamiento?

R.- Sí. El proyecto de transformación de una ciudad necesita dos legislaturas y no tengo intención de abandonar antes de ocho años.

P.- Fue el presidente que más Metro hizo. ¿98 kilómetros y siete hospitales de Aguirre lo superan?

R.- Es un buen homenaje a la gestión que hicimos durante los ocho años anteriores porque al final lo que marca es la continuidad.

P.- Muchos dicen que sus relaciones con la Comunidad habrían sido mejores con Simancas...

R.- Como decía Felipe González, con mal castellano pero acierto político, eso sería hipotizar el futurible.

P.- ¿Queda algún punto de fricción para la próxima legislatura?

R.- ¿Por qué gustan tanto los desacuerdos? Estoy muy tranquilo y contento con el trabajo que hemos hecho. No, no tengo miradas críticas hacia la Comunidad.

Pregunta.- ¿Cómo es posible que tras varias manifestaciones y los errores de Zapatero su partido no supere al PSOE en las encuestas?

Respuesta.- Hay dos fases. En este momento hay un desencuentro con el Gobierno de Zapatero y hace falta, la segunda fase, que se produzca el encuentro con el proyecto del PP. Hemos basado estos años en la crítica necesaria. Ahora, lo que esperan los ciudadanos es un proyecto en positivo, quizá lo que no sepan es que podemos hacerlo mejor.

P.- ¿Demasiada calle?

R.- En una sociedad democrática, las manifestaciones nunca son un exceso.

P.- Las encuestas aseguran que al PP le convendría un giro al centro... ¿la maniobra pasa por usted?

R.- No, por Mariano Rajoy.

P.- ¿Qué le impide al PP dar ese giro al centro?

R.- Hay que compatibilizar la crítica con una propuesta en positivo. Ahora, más que para ese giro al centro, para el encuentro con la mayoría de los ciudadanos, necesitamos presentar nuestro proyecto político de futuro.

P.- ¿No lo han hecho en tres años?

R.- Sí, pero ha sido más noticia la crítica al PSOE que la alternativa. Tenemos que conseguir que sea más noticia la propuesta del PP.

P.- ¿Hasta ahora ha habido un mal discurso del PP?

R.- No, ha habido un discurso necesario. Lo que pasa es que ahora tenemos que construir España y hacer una propuesta para construir España. Y eso empieza por las elecciones municipales. Aun manteniendo la crítica, los ciudadanos esperan un proyecto en positivo.

P.- Es el líder más valorado del PP por los ciudadanos, ¿se siente valorado al mismo nivel por su partido?

R.- (Silencio) Las encuestas pueden ser una satisfacción por el trabajo hecho pero eso rápidamente hay que borrarlo de tus sensaciones y de tus percepciones. Al final, lo que importa son los votos, aunque tengo el mismo margen de apoyo, confianza y decisión que los últimos 12 años.

P.- ¿Ésta puede ser su última oportunidad de entrar en la vida política nacional?

R.- ¿Quién dice que quiero entrar en política nacional? Cuando Aznar me confió ser el candidato a la Alcaldía, salí de Moncloa diciendo: 'Presidente me debes un favor'. Lo invité a cenar hace unos meses, y le dije: 'Me equivoqué, el favor te lo debo yo a ti'.

P.- ¿Quiere ir de número dos con Rajoy en las elecciones generales?

R.- Nunca he tenido el más mínimo interés en el número en el que vaya. Me gustaría apoyar su candidatura y si el partido piensa que puedo compartiéndola con él, me gustaría. Pero no necesito ser ni el dos ni el tres ni el cuatro.