Mujeres soñaron caballos, la obra que el próximo jueves se estrena en la sala Francisco Nieva del CDN, se escribió hace casi una década a partir de lo que Veronese llama los «periodos negros de la dictadura militar argentina», caracterizados por los miles de desaparecidos. El autor se preguntaba entonces: «¿Cómo no salía nadie a devolver la violencia? ¿Qué haría yo en esa situación? Si le pasase algo a mi hija, saldría a matar gente?» Desde ese planteamiento ha construido un texto en el que habla «de distintos tipos de violencia dentro de una familia. No son personas con psicopatías, sino reconocibles, a fin de que cualquier espectador pueda ver en esta familia algunos rasgos de la propia». El título tan extraño «es una construcción disfuncional, como lo es esta familia. Parece que le falta algún artículo, pero me gusta así», reconoce.

Veronese es aquí autor y director. Para él, «el texto es un pretexto para la puesta en escena. Tanto los textos ajenos como los propios los manipulo en los ensayos». En este caso ha contado con un reparto integrado por Celso Bugallo, María Figueras, Ginés García Millán, Andrés Herrera, Blanca Portillo y Susi Sánchez. Con ellos ha realizado un montaje sobre «la venganza como sentimiento humano que a uno le avergüenza», aunque confiesa que «si pasase momentos de gran dolor, me volvería vengativo».

Mujeres soñaron caballos

. Desde el jueves en la sala Francisco Nieva del CDN