La muestra España (f.) Nosotras, las ciudades fue la encargada de representar a nuestro país en la última edición de la Bienal de Arquitectura de Venecia, que tuvo lugar entre sep-tiembre y noviembre del pasado año. Ahora, y desde hace unas semanas, la exposición se exhibe en Madrid dentro de la III edición del Festival Ellas Crean, organizado en torno al Día Internacional de la Mujer y dedicado a la creación desarrollada desde el punto de vista femenino en todos los ámbitos.
Comisariada por el arquitecto Manuel Blanco, España (f.) Nosotras, las ciudades bucea en muy diferentes formas de percibir y sentir la ciudad. Así, la propuesta se materializa a través del testimonio de 100 mujeres (muchas de ellas reconocidas, otras anónimas), cuyas opiniones se proyectan en una sucesión de pantallas a tamaño natural.
A lo largo del recorrido, el visitante contemplará un total de 55 pantallas de plasma. En ellas, las protagonistas miran a los ojos y cuentan tanto sus inquietudes como su preocupación por mejorar la sociedad en la que viven. Son mujeres de diferentes edades, colectivos o sectores, que enseñan sus trabajos con el prisma de sencillez de lo cotidiano.
Pero lo que la exposición nos cuenta, sobre todo, es cómo bajo las distintas intervenciones (algunos de los 32 trabajos presentados son obras construi-das; otros, sólo proyectos que posiblemente no lleguen a ver la luz) las mujeres que han intervenido en ellos, ya sea de forma individual o en colaboración, son capaces de alcanzar el mayor grado de compromiso con el aspecto más social de la ciudad.
Conviene seguir teniendo en cuenta que, tras un ambiguo eufemismo denominado violencia de género, sólo se oculta el lado oscuro de un machismo que se resiste a aceptar a las mujeres en régimen de igualdad. Sin embargo, a lo largo de todo el mundo, un sinfín de arquitectas se encarga de demostrar que en el campo de la arquitectura no hay espacio para la diferencia.
Por si fuera poco, ellas, desde hace ya mucho tiempo, se sienten capacitadas para gobernar su territorio sin tener que pedir permiso a nadie. Lejos quedan los tiempos en los que Denise Scott Brown tuvo que renunciar al 50% de su premio Pritzker (en aquellos días, el galardón aún era individual e indivisible), mientras su esposo, Robert Venturi, se alzaba con el santo, la limosna (en dólares gananciales, es de esperar) y el prestigio. Un acontecimiento que a buen seguro chocaría de frente con el ingobernable feminismo de Betty Friedman.
En España, desde hace tiempo, son tropel las arquitectas que están dando ejemplo de coexistencia y profesionalidad. Ahí van algunos nombres: Carme Pinós, Blanca Lleó, Fuensanta Nieto, Lucía Cano, María José Aranguren o Benedetta Tagliabue (todas ellas con aportación propia en la exposición) son, indudablemente, algunas de las figuras más signi-ficativas y ya incorporadas al panorama internacional.
A ellas hay que añadir las emergentes María Hurtado de Mendoza, Begoña Fernández Shaw, Idoia Otegui o Elia Gutiérrez Moz. Todas figuran como aspirantes a recoger esa simbólica antorcha que allá por la década de los 50 encendiese la mítica Allison Smithson.
Como es bien fácil de comprobar, la muestra se beneficia del inconfundible aroma a talento que desprenden las arquitectas de nuestra mística femenina, talento ante el que no cabe ni el mas mínimo género de duda.
FICHA TÉCNICA
'ESPAÑA (f.) NOSOTRAS, LAS CIUDADES'
(representante de España en la pasada Bienal de Arquitectura de Venecia)
Lugar: Arquería de Nuevos Ministerios. / Dirección: Paseo de la Castellana, 67./ Horario: de 10.00 a 14.00 y de 17.00 a 21.00 horas (de martes a sábados); 10.00 a 14.00 h. (domingos)./ Comisario: Manuel Blanco.