«Al margen de los 103 muertos que hay que lamentar en lo que va de Semana Santa [cifra suministrada a las 20.00 horas por la Dirección General de Tráfico (DGT)], se está produciendo una cierta desaceleración en el ritmo de reducción de las víctimas mortales de los accidentes de tráfico. Un 20,8% durante el verano, pero sólo un 13% entre el 1 de enero y el 3 de abril. Está claro que hay que adoptar otras medidas», asegura Mario Arnaldo, presidente de Automovilistas Europeos Asociados (AEA).

Señala que «la aprobación de cualquier nueva medida legislativa provoca inmediatamente una reducción del número de fallecidos en la carretera. Lo hizo el carné por puntos, pero su efecto ya ha prescrito. Esto modifica la actitud de los conductores, pero el factor humano, aunque está presente en el 100% de los accidentes, tiene un límite. Luego hay que recurrir a otro tipo de acciones», afirma Arnaldo.

Más presencia policial

Aboga, en concreto, por incrementar la presencia policial en las carreteras. «Los radares por sí solos no bastan. Las multas tardan de dos a tres meses y, además, pueden ser recurridas. Otro tanto sucede con la pérdida de puntos». En opinión de Arnaldo, esto genera una cierta sensación de impunidad en los conductores «y no logra acabar con los hooligans de la carretera».

Pero, a su entender, la gran asignatura pendiente son las infraestructuras. «La conjunción de mal tiempo y de infraestructuras deficientes o mal mantenidas provocan muchos accidentes. Tierra que la lluvia arrastra a la calzada y cubre las líneas blancas, firmes que drenan mal el agua, protecciones mal colocadas, etcétera».

«No creo que la velocidad sea la causante de todo como se nos está haciendo creer. No lo es en el caso de la muerte de un tractorista. Tampoco cuando un conductor sufre un infarto de miocardio mientras conduce, ni cuando una pareja de personas mayores que circulan con precaución se salen de la carretera, chocan contra un poste y su vehículo se incendia. Es más bien un problema de falta de protecciones», agrega Arnaldo.

También desde el Real Automóvil Club (Race) se apunta a la necesidad de complementar el carné por puntos. «No fue un éxito en 2006, como se dijo, y tampoco ahora en Semana Santa. Es tan sólo una medida que necesita de otros apoyos de mayor calado», señaló Antonio Lucas, coordinador de Seguridad Vial de esta asociación.

Apunta que «en primer lugar es necesario reformar el permiso por puntos, como se ha hecho en Francia y como se va a volver a hacer en breve, para adecuarlo a las condiciones del tráfico, que siempre están en evolución».

Junto a esto, Lucas cree que es necesario tomar otra serie de medidas, como una mayor dureza contra la conducción bajo los efectos del alcohol. «En Gran Bretaña», recuerda, «hay índices de alcoholismo muy superiores a los de España, pero una siniestralidad muchísimo más baja. Es una cuestión de concienciación social pero, sobre todo, es un problema de educación».

En su opinión, España debería contar con programas de seguridad vial como los que se emiten en Alemania, Francia, Bélgica y muchos otros países europeos. «Las autoridades deberían hacer menos anuncios de televisión y promover el conocimiento de qué es la seguridad vial».

Para Rafael Fernández, director general del Comisariado Europeo del Automóvil (Cea), «no hay nada más disuasorio para un automovilista que la presencia de los agentes de tráfico en la propia carretera».

Añade que «el carné por puntos no evita muertes por sí mismo». Además, coincide con sus colegas en que son necesarias «más educación vial e importantísimas inversiones en infraestructuras viarias». A este efecto recordó que «la red secundaria presenta cantidad de tramos con alta concentración de accidentes».