Martes, 10 de abril de 2007. Año: XVIII. Numero: 6323.
ÚLTIMAS NOTICIAS TU CORREO SUPLEMENTOS SERVICIOS MULTIMEDIA CHARLAS TIENDA LOTERÍAS
Primera
Opinión
España
Mundo
Ciencia
Economía
Motor
Deportes
Cultura
Comunicación
Última
Índice del día
Búsqueda
 Edición local 
M2
Catalunya
Baleares
 Servicios 
Traductor
Televisión
Resumen
 de prensa
Hemeroteca
Titulares
 por correo
 Suplementos
Magazine
Crónica
El Cultural
Su Vivienda
Nueva Economía
Motor
Viajes
Salud
Aula
Ariadna
Metrópoli
 Ayuda 
Mapa del sitio
Preguntas
 frecuentes
Una mentira no tendría sentido si la verdad no fuera percibida como peligrosa (Alfred Adler)
Haz Click Aquí
 MUNDO
La importancia de las centrifugadoras

El uranio se da por todo el mundo, pero es raro encontrarlo en cantidades concentradas -sus mayores productores son, por orden alfabético, Australia, Canadá, China, Kazajistán, Namibia, Níger, Rusia y Uzbekistán-. Los átomos de este mineral natural tienen la propiedad de dividirse y emitir energía en un proceso denominado fisión nuclear. En una central nuclear ese proceso se desencadena lentamente; en el caso de una bomba atómica, a toda velocidad. La fisión nuclear se realiza mejor con isótopos (átomos con diferente número de neutrones) de uranio 235 o de plutonio 239, ya que son más propensos a actuar en una reacción en cadena. Cuando se divide un átomo de U-235, éste emite dos o tres neutrones que chocan a su vez con otros átomos, provocando a su vez 'explosiones' sucesivas. Si hay los suficientes átomos U-235 para que el proceso se mantenga por sí solo, estamos ante la denominada masa crítica. Pero el U-235 escasea en la naturaleza. Por cada 1.000 átomos de uranio natural (U-238), sólo siete contienen el isótopo buscado. Es ahí donde entra el mecanismo del enriquecimiento. Para que funcione una central nuclear, el uranio debe estar 'mejorado' sólo en un 2-3%; para activar una cabeza atómica de uso militar, sin embargo, el porcentaje de U-235 se dispara hasta el 90%. El método más común para transformar el U-238 utiliza una centrifugadora de gas, donde el hexafluoruro de uranio es agitado en una cámara cilíndrica a altas velocidades. El uranio más pesado queda en el fondo del aparato y es extraído; el más ligero es reprocesado en otra centrifugadora que forma parte de una cadena llamada cascada. Con ese uranio reconvertido en lingotes de metal se podría construir el explosivo de un arma atómica. El uranio restante de la centrifugación, es decir el U-238 limpio de isótopos, es conocido como uranio empobrecido, un metal pesado y ligeramente radiactivo que se ha hecho tristemente famoso por haber sido utilizado como proyectil de artillería en el Líbano y otras zonas de guerra.

recomendar el artículo
portada de los lectores
copia para imprimir
Información gratuita actualizada las 24 h.
 SUSCRIBASE A
Más información
Renovar/Ampliar
Estado suscripción
Suscríbase aquí
Suscripción en papel
  Participación
Debates
Charlas
Encuentros digitales
Correo
PUBLICIDAD HACEMOS ESTO... MAPA DEL SITIO PREGUNTAS FRECUENTES

elmundo.es como página de inicio
Cómo suscribirse gratis al canal | Añadir la barra lateral al netscape 6+ o mozilla
Otras publicaciones de Unidad Editorial: Yo dona | La Aventura de la Historia | Descubrir el Arte | Siete Leguas

© Mundinteractivos, S.A. / Política de privacidad