FLORENTINO GOULART. Efe / EL MUNDO
DILI.-
Tras casi un año de inestabilidad política, los timorenses acudieron ayer a las urnas en un ambiente de tranquilidad para elegir su nuevo presidente. El problema principal no fue la violencia, sino la falta de papeletas en varios colegios electorales, que se acabaron cuando todavía había gente esperando en la cola para votar, informa France-Presse.
De los ocho principales candidatos que se presentan, el actual primer ministro y Premio Nobel de la Paz, José Ramos-Horta, aparece como el favorito, seguido por su rival Francisco Lu-Olo Guterres, presidente del Fretilin, el histórico partido que lideró la lucha por la independencia y ostenta la mayoría en el Parlamento. Dentro de 30 días podría haber una segunda vuelta entre los dos candidatos más votados. Al ganador le corresponderá presidir uno de los países más pobres del mundo y que el año pasado estuvo al borde de una guerra civil.
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