Tras hacer las consultas legales oportunas, los afectados han descartado querellarse contra el PSC y han optado por interponer una demanda civil, que presentarán la semana que viene, según explica Angel Hernández, uno de los militantes expedientados.

Los abogados de Socialistas en Positivo consideran que el PSC ha podido vulnerar el derecho al honor y a la propia imagen de sus representados porque en el pliego de cargos que el partido les envió tras abrirles expediente les atribuía una «conexión directa» con «bloques y crepúsculos (sic) de extrema derecha» entre los que incluían a organizaciones como «Ciutadans de Catalunya, No Nou Estatut, Associació per la Tolerància, Basta ya!, Fundación para la Libertad, Hazte Oír y un largo etcétera».

Los miembros de Socialistas en Positivo consideran una ofensa esta vinculación. Por eso, además de interponer la demanda, dos de ellos que ya se han dado de baja del PSC, Ramón Marcos y Pedro Gómez, han enviado una carta al primer secretario de los socialistas catalanes, José Montilla, en la que le reclaman una rectificación.

«Es el PSC quien con su formulación incumple la legislación vigente (la Constitución y la Ley de Partidos Políticos) al limitar el pluralismo interno de su organización, ya que considera que el ejercicio de la crítica razonada, a través del derecho de libertad de expresión constitucionalmente garantizado a todos los militantes de un partido político, debe ser sancionado», indican los ya ex militantes del PSC en la citada carta.

Y añaden que han decidido darse de baja del PSC debido a «esta intransigente actitud, que impide trasladar al partido los debates reales que existen en la sociedad entre sus propios votantes, inhabilita al PSC como instrumento real para la participación política y para contribuir a la formación y manifestación de la voluntad popular».

La corriente Socialistas en Positivo surgió en el año 2005 en plena reforma del Estatut para denunciar que el PSC, en su opinión, había girado hacia posturas nacionalistas. Los miembros de esta plataforma aparecieron en diversos medios de comunicación expresando su parecer. También participaron en algunos actos públicos junto al entonces recién nacido partido político Ciutadans de Catalunya.

El pliego de cargos elaborado por el PSC en el expediente -instado tras una denuncia de la Federación de Barcelona y que podría concluir con una sanción e, incluso, con la expulsión del partido de los cuatro afectados que aún militan- relata las diversas apariciones en la prensa de los miembros de esta corriente crítica y su acercamiento a Ciutadans para concluir que «van en contra de la política del partido, por lo que vulneran los estatutos vigentes».

Pero el enfado de Gómez y Marcos obedece básicamente al hecho de que en el pliego de cargos se les haya vinculado a grupos de extrema derecha: «Son simples invenciones e insinuaciones carentes de todo fundamento, que además implican un juicio de valor insidioso e insultante para todas las personas miembros de la citada corriente de opinión [Basta ya!] y especialmente para todos los que somos mencionados en el pliego de cargos», dicen.

«Esta sectaria imputación es la que motiva la presente carta, ya que considero de extrema gravedad que se nos atribuyan hechos falsos, que parecen responder a una voluntad deliberada de impedir, mediante la difusión de mentiras, la participación política de los expedientados, y no ya sólo dentro del PSC, sino fuera de él», añaden.

Los dos firmantes concluyen la misiva solicitando de Montilla una rectificación por «esa inveraz información» y pidiendo que ésta se haga «mediante una carta personal en la que expresamente se reconozca de forma clara que los hechos relatados -esto es: la existencia de conexión directa entre la corriente de opinión de la que era miembro y grupos de extrema derecha- no son ciertos».

Los otros cuatro afectados, que no se han dado de baja del PSC, han presentado un pliego de descargos y están dispuestos a «ir hasta el final», aunque sólo dos de ellos interpondrán la demanda contra los socialistas catalanes junto a Marcos y Gómez. Éste es el caso de Hernández, quien explica que no quiere darse de baja del PSC y hacerse de Ciutadans, porque, aunque son el nuevo partido coincide en cuestiones identitarias «no ocurre lo mismo con los temas políticos, pues en Ciutadans están todavía por definirse».