El trayecto nocturno de los convoyes, que fue una de las promesas electorales del presidente de la Generalitat José Montilla, tendrá comienzo el próximo sábado y se alargará hasta que finalicen las fiestas de la Mercè.

Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) prevé que la incorporación de horarios nocturnos, cuyo coste asciende a un total de 2 millones de euros anuales, beneficie a unas 10.000 personas, y calcula que los trenes pasarán cada 15 minutos. Según Jordi Hereu, «es un tiempo suficiente para que los usuarios se lo puedan combinar con sus actividades».

Sobre los posibles brotes de vandalismo, el alcalde de Barcelona ha subrayado que «los incidentes no serán peores que a otras horas de la madrugada», y ha añadido que «para garantizar la calidad del servicio, TMB ampliará los efectivos de seguridad».

El político ha destacado, además, que las barreras a las que se debe enfrentar el Metro son las tecnológicas y de organización, puesto que hay que tener en cuenta que «será una infraestructura que deberá estar en funcionamiento durante 48 horas seguidas».