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| No existe la casualidad, y lo que se nos presenta como azar surge de las fuentes más profundas (Friedrich von Schiller) |
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| IMPRESIONES |
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| La intimidación política debe acabar en Cataluña |
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Todos los partidos políticos catalanes, sin excepción, deberían condenar hoy mismo las pintadas amenazantes aparecidas en el domicilio particular del diputado de Ciutadans José Domingo.El presidente de la Generalitat, José Montilla, debería condenarlas sin mayor dilación. Sólo de esta forma los desaprensivos que son capaces de situar el nombre de un representante de la ciudadanía en medio de una diana sabrán que no tienen cabida en Cataluña.Contrariamente a lo que esos violentos creen, son ellos los que deben quedarse sin espacio en una sociedad democrática como debe ser la catalana. Durante la pasada campaña electoral, cuando se produjeron agresiones y boicots a actos del PP y del propio Ciutadans, ya alertamos desde estas mismas páginas que debía aplicarse tolerancia cero. La intimidación política tiene que acabar en Cataluña. No debe haber ciudadanos de primera, los que comulgan con los postulados nacionalistas, y de segunda, aquéllos que se muestran críticos con la política lingüística o que no asumen el pensamiento único en que la política catalana ha derivado en demasiadas ocasiones. Todos los ciudadanos tienen derecho a discrepar y a no ser estigmatizados por ello, a no ser perseguidos por sus ideas políticas. Sólo si todos los partidos catalanes, de forma unánime, salen en defensa de Ciutadans podrá ponerse freno a una campaña de intimidación que, afortunadamente, es todavía minoritaria. En la página web de la Asamblea de Joves de Sant Cugat se indica que no permitirán a Ciutadans organizar ningún acto político en este municipio. Un claro ejemplo de totalitarismo inadmisible cuando se refiere a un partido que ha conseguido más de 90.000 votos de ciudadanos catalanes.
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