La primera de estas cuatro fugas se produjo el pasado 23 de marzo, cuando Miguel S. P. -que cumple condena en enero de 2010 por robos con fuerza- y Víctor Manuel M. S. -con pena hasta marzo de 2011 por robos con violencia e intimidación- aprovecharon una salida programada al zoo de Barcelona para huir a la carrera, puesto que únicamente estaban vigilados por un educador. Los Mossos d'Esquadra recibieron inmediatamente el aviso de la fuga desde la cárcel Modelo. Horas después, los agentes detuvieron a los dos internos en las inmediaciones del domicilio de uno de ellos. Ambos fueron reingresados en la cuarta galería de la prisión.

El pasado lunes, Gregorio M. J. aprovechó un permiso ordinario para no regresar a la Modelo, donde cumple condena hasta agosto de 2007 por un delito de violencia doméstica. Fuentes penitenciarias explicaron a este diario que la dirección del centro se puso en contacto con la mujer del interno tras conocerse la fuga por temor a que pudiera agredirla.

Dos días después, el recluso Jorge F. V. no regresó a la cárcel Modelo tras un permiso de 48 horas. Este preso cumple condena en la Modelo en junio de 2011 por diversos delitos de robo.

Tres de estos cuatro reclusos, Miguel P. S., Víctor Manuel M.S. y Jorge F. V., estaban incluidos en el Programa de Intervención de Drogodependientes de este centro penitenciario. Este plan estaba compuesto por siete internos de los cuales tres se han fugado en los últimos 20 días. Por esta razón, el subdirector de tratamiento de la citada cárcel ha decidido suspender hasta nueva orden cualquier salida programada o permiso a estos reclusos.

El Programa de Intervención con Drogodependientes se realiza en el interior de la Modelo desde 1989. Los presos firman un contrato de buena conducta y están sometidos semanalmente a análisis de orina y sangre para comprobar que no consumen sustancias estupefacientes.

A lo largo del programa se combinan reuniones en grupo con individuales y se realizan intervenciones sobre la familia de los internos para poder fomentar una mejor inserción en la sociedad. En plan consta de tres fases: las dos primeras se realizan en el interior del centro penitenciario y tienen una duración de entre ocho y diez meses aproximadamente y la tercera fase se realiza en un dispositivo terapéutico externo, concretamente en un centro de día o en un piso de reinserción y se inicia cuando el recluso consigue el tercer grado de régimen penitenciario.

Este programa está subvencionado por el Departament de Salut de la Generalitat.

El responsable de UGT, Miguel Pueyo, aseguró que «si bien el sistema a veces falla, esto no justifica dejar de apostar por las salidas programadas porque es una herramienta óptima e imprescindible para la rehabilitación». El portavoz de este sindicato, mayoritario en las cárceles catalanas, defendió «la extraordinaria labor de los profesionales de tratamiento, que teniendo en cuenta la escasez de recursos con que trabajan, hacen milagros».