ALBERT VILARDELL
Autor: Richard Wagner./ Intérpretes: Susan Anthony. Tómas Tómasson, Eric Halfvarson, Kurt Streit. Orquestra y Cor del Liceu. Director: Sebastian Weigle. / Director de escena: Alex Rigola./ Escenario: Gran Teatre del Liceu./ Fecha: 4 de abril.
Calificación: ***
BARCELONA.- Las masas estables del Teatre del Liceu siguen un camino ascendente, que confirma el trabajo realizado. Por lo que respecta a la orquesta se nota en el repertorio alemán, donde es evidente la mano de Sebastián Weigle que motiva a los músicos y consigue versiones de un importante nivel, como es el caso de esta función wagneriana donde los músicos sonaron con fuerza e intensidad, y con una matización interesante en los momentos más sutiles.
La visión de Weigle fue coherente, reflejando la intensidad en los momentos más dramáticos y consiguiendo un cierto detalle en los más sutiles, creando el clímax necesario para el desarrollo de la obra, aunque en algún momento como la balada de Senta el ritmo fue algo lento. El rendimiento del coro del teatro, dirigido por José Luis Baso, es más regular en su evolución positiva, consiguiendo un canto compacto, vital, pero también capaz de sutilezas con un fraseo delicado y un movimiento escénico cuidado.
Alex Rigola hacía su debut como director de escena en una ópera y los resultados fueron esperanzadores, aunque no pudo resistirse a las modas imperantes, cambios de época y marco, que no perjudicaron la acción aunque presentaba situaciones poco acordes con la trama: la canción de las hilanderas, sin hilar, la presencia de un perro y un ciclista, una especie de botellón con jóvenes bailando con una cierta sensualidad y movimientos internos que distraían mas que otra cosa. La escenografía de Bibiana Puigdefàbregas era muy interesante, en especial la del primer acto y la iluminación sectorial pero cuidada, siendo una buena idea la representación de la tempestad y el empuje de las olas, aunque al final era algo reiterativo. Con todo, Rigola mantuvo un buen ritmo y trabajó el movimiento de los actores y del coro.
El nivel vocal reflejó el nivel medio actual de los cantantes wagnerianos, que además se vio perjudicado por la traqueitis de Alan Titus, sin duda el mejor del reparto previsto. Su sustituto Tómas Tómasson es un cantante profesional, pero a su voz le falta mayor densidad y a su fraseo esa variedad para expresar el sufrimiento y la esperanza del holandés. Susan Anthony tiene un correcto fraseo, pero su versión quedó poco intensa y limitada en las escenas más dramáticas. Eric Halfvarson es un gran bajo, pero últimamente sus prestaciones no acaban de conseguir el nivel posible, aunque empezó con fuerza, luego fue perdiendo fuelle.De buena línea el tenor Kart Streit, aunque el instrumento es algo lírico, siendo correctos Julia Jon como Mary y Norbert Ernst en el Timonel.
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