Miércoles, 11 de abril de 2007. Año: XVIII. Numero: 6324.
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 DEPORTES
FUTBOL / Liga de Campeones
El Valencia no aguanta
CAE ELIMINADO ANTE EL CHELSEA EN EL ULTIMO MINUTO DEL PARTIDO TRAS UN GOL DE ESSIEN EL EQUIPO DE QUIQUE SE ADELANTO CON UN TANTO DE MORIENTES, PERO FUE DOMINADO CLARAMENTE EN LA SEGUNDA PARTE POR LOS INGLESES
SERGIO ASPAS

VALENCIA 1

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CHELSEA 2

MESTALLA. 45.000 ESPECTADRES.

Cañizares

Miguel

Ayala

Moretti

Del Horno

Albelda

Albiol

Joaquín

Silva

Villa

Morientes

Cambios: Angulo por Morientes (min. 64)

Hugo Viana por Albiol (min. 71) s.c.

Cech

Diarra

Carvalho

Terry

A. Cole

Obi Mikel

Ballack

Essien

Lampard

Shevchenko

Drogba

Cambios: J. Cole por Diarra (min. 46)

Makelele por Lampard (min. 90) s.c.

Kalou por Shevchenko (min. 92) s.c.

Arbitro: Kyros Vassaras (Grecia)

Tarjetas amarillas: Essien, Ballack, Albelda, Ayala, Moretti y Del Horno.

Tarjetas rojas: No hubo.

Goles: 1-0: Morientes (min. 32). 1-1: Shevchenko (min. 52). 1-2: Essien (min. 90).

VALENCIA.- El sueño de la Champions se evaporó para el Valencia en un suspiro. Justo cuando el árbitro auxiliar había mostrado dos minutos de tiempo añadido y cuando ya se mascaba la prórroga, apareció Essien como una bala por el carril derecho para enterrar las ilusiones del valencianismo. Como ocurrió en Stamford Bridge, el Valencia mandó en un gran primer tiempo, donde se adelantó por medio de Morientes, pero se diluyó como un azucarillo en cuanto Shevchenko igualaba la eliminatoria, ya en el segundo acto, al servirse de un rechace en el área pequeña.

A partir de ahí, el conjunto español se convirtió en un simple juguete en manos de un poderoso Chelsea, que no despachó antes al rival porque Cañizares, el mejor de los suyos, junto a Morientes, lo impidió con meritorias intervenciones.

Con unas semifinales en juego y la ligera ventaja que se trajo el Valencia de Stamford Bridge, cualquiera hubiera dicho que era el Chelsea el que estaba obligado a marcar. Prisa, desde luego, no tuvo y realizó un ejercicio de paciencia. Templó los ánimos y seleccionó muy bien las pocas oportunidades que le dejó su rival, casi siempre en saques de esquina para encontrar provecho a su potente juego aéreo ante la nómina de futbolistas de talla: Ballack, Drogba, Carvalho...

Sólo así podía ver de cerca la posibilidad de darle un revés al cuadro español, que desde el primer instante, siguiendo las instrucciones de Quique, presionó desde la misma frontal de Cech, forzando el error de todos los hombres de retaguardia.

Silva, el héroe de Stamford Bridge, que fue de más a menos, tomó el testigo del lesionado Vicente para instalarse en el flanco izquierdo y encimar a Diarra en cada salida del balón. Así forzó un saque de esquina para que Morientes disfrutara del primer remate.

Con el centro de campo bloqueado, colapsado, el Chelsea empezó a buscar a su salvador Drogba. El costamarfileño huyó de Ayala siempre que pudo para caer a la izquierda, dejando así el pasillo a Ballack, pero esta vez se topó con otro hueso, Del Horno, que no le dejó ni un centímetro en cuanto asomaba por su parcela.

El Chelsea, visto lo visto, sólo podía sacar algo de luz en jugadas a balón parado, ya que en el cuerpo a cuerpo el Valencia se mostraba más combativo y eficaz, agobiando en cada palmo del césped. Carvalho y Ballack tuvieron el gol en el saque de un córner, pero el del portugués se fue desviado y el del alemán lo atajó Cañizares. El Chelsea amenazaba como mejor sabe y el Valencia, por primera vez en la eliminatoria, transmitía leves síntomas de inseguridad en esas acciones.

Recobró la confianza en una recuperación de balón de Albelda que subió por momentos la adrenalina de una grada inquieta. El capitán vio a Villa haciendo millas y hacia él fue el balón. El asturiano no tardó en liarla con su socio habitual. Asistió a Morientes en la media luna y el extremeño, tras cambiarse el balón de derecha a izquierda, le pegó con el alma. El poste evitó el gol. Ese serio aviso sedó al Chelsea por momentos, que se vio de nuevo atascado ante un adversario que puso una marcha más. Un minuto después, otra vez Morientes cazó un preciso centro de Joaquín para batir a Cech.

En apenas tres aproximaciones el Valencia pudo haber finiquitado a los ingleses, ya que Morientes tuvo otra ocasión clara para marcar. Ashley Cole, medio arrodillado, lo impidió en el palo corto.

Que el Valencia no matara el partido podía entrañar graves consecuencias, ya que el Chelsea, aunque a remolque en el marcador, le seguía bastando un gol para equilibrar la eliminatoria. Eso es lo que tuvo en su cabeza Drogba, que ganó su duelo por alto a Del Horno para mandar a la cruceta izquierda. Cañizares, en una espectacular intervención, sacó una mano providencial. Pero más ya no se podía estirar.

Poco tardó el Chelsea en meterse de nuevo en el partido cuando a los siete minutos de la reanudación Shevchenko, que había estado dormido, se encontró un rechace para poner la tablas. Empezaba un nuevo duelo.

El tanto del ucraniano le dio alas al Chelsea, que esta vez jugó sin tantos complejos para plantear un choque descaradamente ofensivo. El Valencia se movía de lado a lado, desconcertado, mostrando demasiadas grietas por en el medio centro. Dueños absolutos del choque, en dominio y ocasiones, los ingleses apretaban como nunca.

Drogba pudo desequilibrar la balanza tras robarle un balón a Albiol, pero Cañizares despejó la angustia. El Valencia, con la gasolina bajo mínimos, resoplaba, miraba el reloj para agarrarse a un prórroga de esperanza. No tanto como la grada que bendijo a Cañizares cuando sacó una mano en un perfecto remate de Ballack. Essien, in extremis, tiró con potencia del Chelsea hacia las semifinales.

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