Después de reconocer que las obras de la M-30 habían acabado con más de 11.000 árboles, el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón visitó ayer una parte de la multa que ha tenido que pagar el Ayuntamiento en forma de repoblación de áreas verdes para compensar esta pérdida. En este caso, acudió a la Casa de Campo donde el daño colateral verde ha proporcionado, como llovidos del cielo, casi 67.000 árboles que nacen en varios puntos del pulmón verde.
Lo que ha hecho la Concejalía de Medio Ambiente en esta zona es eliminar 13 aparcamientos que había en el interior de la Casa de Campo y plantar en el lugar que ocupaba antes un, cinco encinas, en su mayoría, pero también pinos y fresnos.
La Ley de Patrimonio Verde obliga a las administraciones públicas y a las empresas privadas que dañen algún ejemplar verde de la capital a compensar su pérdida en función de la edad y la especie del árbol en cuestión.
Y es que, en este caso, el tamaño sí importa y, por ejemplo, si se tala una unidad de 25 años, habrá que plantar 25 troncos de un año de edad. De ahí que, siguiendo la proporción, los árboles que cortaron por las obras de la M-30 se hayan multiplicado hasta 253.994 tronquitos, según los años talados.
En el Plan de Reforestación de compensación por las obras de la M-30 se ha incluido también una partida para la conservación, el mantenimiento y la reposición en su caso para que se pierda el menor número de ejemplares recién plantados. En total, la multa verde le ha costado al presupuesto municipal 7,5 millones de euros.
Un 20% muere
Los ejemplares que se han plantado en la Casa de Campo y en otras zonas verdes de la ciudad son, en su mayoría, de poca edad. Por eso, los responsables municipales aseguran que un 20% de los casos se perderán por el camino. Eso significa que sólo en el mayor bosque urbano, no echarán raíces unos 13.000 arbolitos de los 254.000 replantados. «En otros lugares, donde las condiciones son peores, el porcentaje de ejemplares que se pierde puede oscilar entre el 35 y el 40%, aunque trabajamos para que no pase del 25%», según explicó ayer Javier Hernández, uno de los responsables municipales.
Por su parte, el alcalde insiste en que el Ayuntamiento ha sido la única administración que ha cumplido escrupulosamente en la repoblación del patrimonio verde por compensación y que «en el cómputo general, no se ha perdido ni un sólo árbol con las obras».
Huyendo del mote de «arboricida» que le pusieron los grupos ecologistas en los primeros meses de la reforma de la circunvalación, el regidor aseguró que es el jardinero mayor de la capital. Sumando todas las actuaciones que se han hecho para incrementar el número de árboles en Madrid desde 2003 hasta finales de 2007, se han plantado más de 525.000 ejemplares. «En los cuatro años anteriores, se plantaron 93.116 árboles y fue alabado por la oposición como un importante aporte al patrimonio verde», aclaró Ruiz-Gallardón.
Con los números en la mano, los árboles que se han repuesto en la Casa de Campo suponen, en total, 12 veces la masa arbórea del parque de El Retiro. Además, hay que añadirles los 39.000 que se han colocado en los campus de las universidades madrileñas y los que se plantaron durante las dos primeras fases del Plan de Reforestación (101.706 ejemplares más).
Pero los arbolitos no estarán solos. Aunque el Plan solamente incluía arbolado, también se han plantado 1.062 arbustos (jaras, rosales enanos y romeros) para la zona denominada Puerta del Batán. La intención de esta plantación es integrar paisajísticamente una zona utilizada por los vecinos como parque.
Críticas de la oposición
Para los socialistas, la cifra de ejemplares que tienen que compensar las talas de la M-30 es totalmente falsa. Según el concejal del PSOE responsable de temas de Medio Ambiente, Pedro Santín, para cumplir con la ordenanza medioambiental, Alberto Ruiz-Gallardón, tendría que replantar «el triple de árboles» de los 254.000 nuevos que ha incluido en el Plan de Reforestación Madrid Calle 30, según señaló a Efe.
Además, Santín asegura que los cálculos del Gobierno municipal no cumplen con la normativa en materia de patrimonio verde. Según la cuenta de los socialistas sería necesario reforestar hasta con 700.000 nuevas unidades.
Para IU, la primera falsedad del alcalde en el tema de las talas es que haya dicho en público que en Madrid no se ha perdido ni un sólo árbol por las obras de la M-30 porque «es insultar a la vista y al conocimiento de los ciudadanos».
La coalición advierte de que, «al contrario de lo que vende el alcalde, se han perdido miles de años de vida arbórea» con la reforma de la circunvalación y que, además, «no es lo mismo plantar un palo de escoba que cortar un árbol centenario, como ha pasado en algunas zonas de Madrid».