Evitar los riesgos es la clave. La Comunidad de Madrid lanzó ayer una campaña de prevención de accidentes laborales a pie de obra que consiste en visitar 350 tajos de la región. Técnicos en prevención de accidentes explican in situ los mayores peligros para los obreros: caídas en altura, defectos en los anclajes, desprendimientos y movimientos de andamios. Y el plan comenzó por todo lo alto, en la torre Sacyr-Vallehermoso ubicada en los antiguos terrenos de la Ciudad Deportiva del Real Madrid. Allí empezaron los técnicos a predicar acompañados del propio consejero de Empleo y Mujer, José Güemes.
Para llevar a cabo el proyecto se han acondicionado dos aulas móviles en dos autobuses. Los vehículos aparcan delante de los tajos e imparten las charlas a los empleados. Conscientes de la multinacionalidad de la construcción, se han editado trípticos en inglés, francés, rumano, polaco y árabe.
Los trabajadores hacen un alto en su jornada y se sientan en el aula móvil mientras un técnico explica con voz amable y en tono muy familiar los mayores peligros del tajo. «Hace poco, un compañero vuestro ha quedado inválido para toda la vida por un accidente. Le atropelló un toro mecánico por un despiste. Aquí nadie nos podemos dormir», dice con crudeza el especialista. Ayudado por diapositivas, repasa cómo se producen la mayoría de accidentes mortales en la construcción. «La principal causa de fallecimientos son las caídas en altura. Hay que poner siempre los cinco sentidos y ser conscientes del peligro que tenemos. Nos confiamos demasiado. Yo mismo reconozco que en casa cojo cualquier cosa para auparme y cambiar una bombilla. Pero en la obra eso no vale. Nada se puede improvisar», subraya.
En el interior del aula los obreros asisten callados al recital. «Aquí no ha habido ningún accidente grave pero un conocido mío murió al caerse de una obra. Esto es muy serio», relata Javier, uno de los obreros. Después de las caídas uno de los elementos de mayor peligro en las obras son los andamios. «No toquéis la estructura y siempre que lo hagáis consultar con un técnico que certifique que está bien instalado», les subraya.
En la planta 44 de la torre Sacyr, a 200 metros de altura, varios obreros trabajan al borde del abismo. «De verdad que no tengo miedo. Aquí estamos muy seguros», dice Gregorio mientras se toca el arnés. «Todo está controlado», afirma este ciudadano polaco que se pasa las nueve horas del día amarrado junto al precipicio. Juan, boliviano, también se pasea todo el día como un equilibrista en la planta 45 de la obra. «Aunque no lo creas aquí no hay el mínimo percance. La seguridad con la que trabajamos es máxima». Gonzaló, de 29 años, añade algo más. «Me da igual trabajar en el piso 50 que en el 2. Siempre se repasa todo al máximo y tomamos todas las medidas de seguridad más extremas».
El plan de prevención se desarrollará hasta el próximo noviembre tanto en Madrid como en Alcalá de Henares, Alcobendas, Alcorcón, Arganda del Rey, Arroyomolinos, Boadilla del Monte, El Escorial, Getafe, Leganés, Parla, Pinto, Pozuelo de Alarcón, Rivas-Vaciamadrid, San Sebastián de los Reyes, Torrelodones, Valdemoro y Villaviciosa de Odón, entre otros.
Güemes destacó que «mientras haya un sólo accidente en la región, el Gobierno Regional no dejará de trabajar para evitarlo» y recordó que «Madrid es la tercera comunidad autónoma con menor índice de siniestralidad mortal». Para esta iniciativa, la Comunidad aumenta el presupuesto que destinó el año pasado, de 428.608 euros a más de 640.000 y ha contado con la colaboración de la Fundación laboral de la Construcción y con la Asociación de Empresas de la Construcción de Madrid (AECOM). En 2006 participaron 5.027 trabajadores, se visitaron 144 obras y se impartieron 182 charlas. La seguridad, la colocación de las protecciones, la velocidad excesiva en la ejecución de los trabajos, el uso de andamios y el uso de los equipos personales fueron los temas más tratados en la campaña anterior.
