JOSE MARIA ROBLES
Quiero experimentar, mezclar geometría y gesto, emoción y razón, cuestionar los materiales de la pintura, experimentar con la tercera dimensión... En definitiva, jugar». El pintor asturiano Luis Fega habló ayer de motivaciones y logros en la presentación de Lugares de la pintura, la exposición con la que el Círculo de Bellas Artes repasa, a modo de homenaje, su producción desde 1988. Las claves de la muestra ya venían dadas por las propias piezas expuestas. Son obras de gran formato, con misteriosos nombres (topónimos de Asturias y Galicia), vibrantes de color y de naturaleza abstracta o expresionista, con algún pespunte geométrico. Apenas un par de lienzos (Germinación y Flor amarilla) remiten a un plano más concreto. «No tengo nada en contra de lo figurativo», especifica Fega, de formación autodidacta (estudió Filosofía) pero con el aval moral de ser uno de los creadores «más coherentes» en su área (según el comisario de la exposición) y el reconocimiento logrado en iniciativas como el Salón de los 16 (1986, Museo Español de Arte Contemporáneo). Lugares de la pintura incluye una serie de esculturas-objeto hechas con material reciclado.
Lugares de la pintura
. Hasta el 20 de mayo, en el Círculo de Bellas Artes.
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