Miércoles, 11 de abril de 2007. Año: XVIII. Numero: 6324.
MUNDO
 
TERROR EN MARRUECOS / La policía abatió a otro sospechoso antes de que activara su cinturón de explosivos / Un agente murió y hubo al menos cinco heridos / Uno de los islamistas es hermano del que se suicidó en un cibercafé hace un mes
Tres kamikazes se inmolan al verse cercados por la policía en un barrio de Casablanca
ALI LMRABET. Corresponsal en Marruecos

RABAT.- Un presunto terrorista islámico fue abatido por la policía marroquí y otros tres sospechosos se inmolaron al verse cercados por las fuerzas de seguridad. Es el balance de la jornada de sangre y miedo que vivió ayer Casablanca.

Los hechos se iniciaron a las cinco de la madrugada en Hay El Farah, un apéndice de El Fida-Derb Sultan, inmenso y populoso barrio de Casablanca. Según varias agencias, el terrorista abatido, Mohamed Metala, alias Uarda, salió de su escondite «dispuesto a enfrentar a la policía» cuando fue abatido «después de las advertencias reglamentarias».

Según una fuente fidedigna con la que EL MUNDO pudo contactar, fue un soplo de un vecino del barrio el que dirigió a la policía hacia una casa ocupada por cuatro personas. A las cuatro de la madrugada, Mohamed Metala, provisto de una bolsa, salió de la casa camino a la mezquita para el rezo. Seis policías lo estaban esperando. Metala no tuvo tiempo de accionar el cinturón de explosivos, fue acribillado con 20 balazos.

El segundo terrorista, Mohamed Rachidi, se inmoló en la terraza desde donde pretendía huir, al verse rodeado. Según un vecino, sus restos seguían ayer esparcidos sobre un centenar de metros de azoteas y antenas parabólicas.

El tercero, que pudo escapar en un primer momento, se suicidó a las 15.30 horas (17.30 en España) cuando fue rodeado por las fuerzas del orden, hirendo al inspector de policía Mohamed Zinadi, que murió en el hospital al que había sido trasladado.

Horas después, fuentes oficiales marroquíes confirmaron la identidad de este terrorista, Ayub Raydi, hermano de Abdelfettah Raydi, el joven que el pasado 11 de marzo se inmoló en un cibercafé del barrio de Sidi Mumen de Casablanca.

Busca y captura

Estos tres islamistas estaban en busca y captura por supuesta vinculación con el atentado del cibercafé y, en el caso de Mohamed Metala, por su participación en los atentados del 16 de mayo de 2003 en Casablanca, en los que murieron 45 personas.

En cuanto al cuarto hombre, huido hasta la noche y aún sin identificar, hizo estallar su cinturón de explosivos «cuando vio que no tenía forma de romper el cordón policial», dijo a Reuters un oficial. Según France Presse, se inmoló entre un grupo de transeúntes reunidos para saber sobre las otras explosiones, hiriendo a dos agentes, un funcionario de la prefectura y dos jóvenes.

Tras este atentado, la policía ordenó el desalojo de calles y casas, por el temor a nuevas explosiones.

Los cuatro formarían parte, según fuentes policiales, de un grupo de origen y composición específicamente marroquíes y cuyos objetivos son administraciones públicas, comisarías y campamentos militares, todo lo que simboliza el Estado alaui.

La policía marroquí busca más terroristas del mismo grupo, entre los que se cree podría haber varias mujeres, informa Efe. En marzo, decenas de islamistas fueron arrestados y presentados ante un juez acusados de «preparar atentados terroristas».

Tras el fallido atentado del cibercafé, tuvo lugar en Rabat una discreta reunión en el Ministerio de Interior. Estaban presentes el ministro de Interior, Chakib Benmusa, y el ministro delegado de Interior, Fuad Alí el Himma (en realidad el verdadero jefe). Según un periodista que participó en la reunión, el Estado marroquí, allí presente, estaba confuso, perdido en cifras y alegaciones, y temeroso del futuro.

Fue El Himma el encargado de explicar a los asistentes que los grupos islamistas violentos se habían multiplicado en el país y estaban incontrolados. El Himma intentó convencer a sus interlocutores de que el Grupo Islamista Combatiente Marroquí (GICM), del que aseguró que ya no existía en Marruecos, seguía operando desde el extranjero. Especialmente desde el Reino Unido, explicó.

Asimismo, el ministro delegado apuntó hacia Mohamed Guerbuzi, un ciudadano británico de origen marroquí, considerado el fundador del GICM y que, sin embargo, fue varias veces investigado sin éxito por Scotland Yard.

«El Reino Unido continúa siendo el refugio de los terroristas», sentenció El Himma, para quien Guerbuzi es el origen del mal, ya que un miembro de su familia esta casado con Ayman al Zawahiri, el lugarteniente del líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden.


«Prefieren suicidarse»

«Para evitar ser encarcelados, los salafistas 'yihadistas' prefieren morir accionando sus cinturones con explosivos». Mohamed Darif, politólogo especialista en el islamismo marroquí, explica cómo estos grupos parecen seguir las consignas del 'número dos' de Al Qaeda, Ayman al Zawahiri. «Es difícil imaginar que no tengan contactos directos o indirectos con el extranjero, no sólo ideológicamente, sino logísticamente. Pero lo más llamativo es que da la sensación de que han perdido el contacto con los cabecillas que se encuentran en Marruecos o en el exterior. Esto se explica por el hecho de que los mensajeros encargados de los contactos han sido arrestados o están escondidos y no pueden transmitir las instrucciones de sus jefes. Entonces los grupos de 'yihadistas' se quedan 'libres'», afirma Darif.

Para otro analista, Mohamed Tozi, «esto es la consecuencia del impacto provocado por el anuncio mediático de la creación de una sección de Al Qaeda para el Magreb. Es una llamada y los grupos durmientes quieren responder a ella».

«Al mismo tiempo, se puede constatar una gran determinación de estos 'yihadistas' dispuestos al suicidio y una debilidad organizativa y logística», añade este profesor de ciencias políticas y sociólogo de la universidad Hassan II de Casablanca.

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