El líder del PP catalán, Josep Piqué, aprovechó para certificar el «hundimiento» de Ciutadans, y para señalar que el PSC supera a CiU por la actual «radicalización» de la federación nacionalista.

La portavoz adjunta del grupo del PSC, Carme Figueras, destacó que su partido supere a CiU «en muchas cosas», especialmente en intención de voto tanto en las autonómicas como en las generales.

Para el portavoz de ERC, Joan Ridao, el barómetro evidencia que «se ha vuelto a una situación de estabilidad política» y recalcó el hecho de que ERC obtiene un 9,6% en intención de voto, lo que la sitúa por encima de los resultados de los comicios del pasado noviembre y la consolida como tercera fuerza «a mucha distancia de las demás».

Por parte de ICV-EUiA, Jaume Bosch se mostró satisfecho de que su partido vuelva a ser la cuarta fuerza en Cataluña y sobrepase al PPC, pero reconoció que este pronóstico también se hacía antes de las últimas elecciones aautonómicas catalanas y la realidad fue que los populares «tienen mucho voto oculto» y quedaron por encima de Iniciativa-Verds.

El diputado de CiU Oriol Pujol advirtió de que el barómetro no recoge el efecto de las declaraciones del vicesecretario general de ERC, Xavier Vendrell, respecto a un referéndum de autodeterminación, y cuestionó abiertamente la muestra que utiliza el CEO para realizar sus encuestas políticas.

Según Pujol, «cuando en el apartado de recuerdo de voto se obtiene un resultado para el PSC que le hubiese permitido ganar y obtener incluso dos escaños más que CiU, lo que por supuesto no fue así, significa que hay algo que no se ha hecho bien, y lo mismo se puede decir que el PPC quede por debajo de ICV».