El resultado de esta encuesta muestra un cambio de tendencia política entre los catalanes, ya que en el último sondeo, realizado el pasado noviembre, CiU estaba a la cabeza y el PSC ocupaba el segundo lugar. Además, la diferencia de intención de voto entre ambos partidos era mucho más elevada: un 22,6% de los encuestados confesaba su intención de votar a CiU, mientras que sólo un 17,1% pensaba en darle su sufragio al partido de José Montilla.

Ahora, la situación es a la inversa. Un 20,2% de 2.200 individuos consultados por el CEO se muestran dispuestos a votar por el PSC en unas autonómicas, frente a un 19,5%, que opta por la formación que lidera Artur Mas. El director del CEO, Gabriel Colomé, señaló ayer durante la presentación de la encuesta que ésta se realizó antes de que Esquerra ofreciese la presidencia de la Generalitat a CiU a cambio de un referéndum independentista.

Este ofrecimiento, que deterioró la imagen pública del tripartito, se produjo hace tres semanas. Antes, cuando se realizó el sondeo, el Govern había alcanzado los 100 de mandato alejado de los escándalos y sin haber mostrado en público discrepancias internas, lo que lógicamente situó a los tres miembros del Ejecutivo -PSC, Esquerra e ICV-EUiA- en buena situación de cara a las encuestas.

No obstante, baja la intención de voto respecto a republicanos y ecosocialistas. Los primeros pasan del 11% alcanzado en la encuesta de noviembre a un 9,6% y los segundos del 9,6% al 7,2%.Aun así, ICV aparece como cuarta fuerza política en Cataluña -ahora es la quinta- por delante del PP, que es el único partido que mantiene la intención de voto en un 4,1%. Ciutadans experimenta el descenso más notable entre la anterior encuesta y la actual al pasar del 4,4% al 1,8%.

Las cosas cambian, y mucho, si los datos se refieren a las elecciones generales. La encuesta deja claro que los catalanes cambian su voto en función del tipo de comicios. Así, si mañana se celebrasen elecciones a las Cortes el 32,3% de los encuestados votaría al PSC, frente a un 13,6% que optaría por CiU. En este caso, el PP sería la tercera fuerza con un 6,9% de los sufragios, Esquerra obtendría el 6,2% e Iniciativa, el 4,3%.

Respecto a los líderes políticos, el sondeo del CEO indica que el más conocido es Josep Lluís Carod-Rovira (Esquerra) con un porcentaje del 93,9%. Le sigue muy de cerca el presidente de la Generalitat, José Montilla, (PSC) con un 93,1%. El 92,7% de los consultados sabe quién es Josep Piqué (PP) y el 91,9% reconoce a Artur Mas. Las caras menos conocidas son las de Joan Saura (ICV) con un 81,2% y Albert Rivera (Ciutadans), que sólo le suena al 48,7%.

La encuesta también da nota a estos líderes. El CEO preguntó por los cabeza de lista de cada partido en Barcelona y Madrid, por lo que el sondeo no incluye a algunos políticos como el número dos de Esquerra, Joan Puigcercós. De entre los nueve políticos valorados, el que obtiene mejor nota es Josep Antoni Duran (5,64), seguido de José Montilla (5,43), Artur Mas (5,42), Joan Saura (5,25), Joan Herrera (5,23), Josep Lluís Carod-Rovira (4,51), Dolors Nadal (3,76), Josep Piqué (3,48) y Albert Rivera, que sólo consigue un 2,89.

Sin embargo, dentro de su propio partido estos líderes están mejor vistos. Así, aunque Duran gane el ranking general, en el seno de CiU Mas tiene mejor nota, un 7,17, frente al 6,9 que sus compañeros de filas dan al líder democristiano. El líder mejor valorado dentro de su propio partido es Montilla, a quien los socialistas otorgan un notable de 7,42. Y la que peor nota obtiene entre sus votantes es Dolors Nadal (PP), con un suspenso de 4,63, aunque, según Colomé, esta nota podría deberse al hecho de que la cabeza de lista del PPC en el Congreso es poco conocida.

Por último, el sondeo desvela que la vivienda (34,1%), la inmigración (27,8%), la inseguridad ciudadana (20,1%), el paro y la precariedad laboral (19,2%) son los asuntos que, por este orden, más preocupan a los catalanes. En el quinto puesto de esta lista aparece por primera vez la falta de infraestructuras y transportes como una preocupación de la ciudadanía, un hecho que Colomé atribuyó a los recientes problemas de Cercanías y al debate de El Prat.