VIRGINIA CASADO
BARCELONA.-
La comedia se ha alzado como género predilecto en el Departament d'Educació. El protagonista de la pantomima fue el secretario de Políticas Educativas, Francesc Colomé, quien aseguró ayer que el Govern cumple «con todas las de la ley» en los impresos de preinscripción del nuevo curso escolar. Sin embargo, ¿dónde está la casilla que facilitarían a los padres solicitar que sus hijos reciban la primera enseñanza en castellano? La casilla, simplemente, no aparece en los impresos de preinscripción, como denunció EL MUNDO el pasado sábado.
La actitud de la Generalitat es sorprendente, especialmente por que el conseller Ernest Maragall se comprometió públicamente a cumplir la ley «en todos los sentidos». El Govern no sólo ha ignorado la sentencia de 2004 del TSJC que insta al Departament a añadir la casilla en el impreso de preinscripción sino que, además, hace oídos sordos a la Ley de Política Lingüística de 1998. Ésta, que aboga por los derechos de todos los niños a «recibir la primera enseñanza en su lengua habitual, ya sea el catalán o el castellano», fue aprobada en la época del president Pujol, aunque nunca llegó a cumplirla. Como tampoco ahora el tripartito.
El paradójico guión de Colomé fue el punto y aparte de su comparecencia ante los medios para hacer público el acuerdo de la subcomisión del Pacto Nacional de la Educación tras los tira y afloja con los sindicatos y la polémica de la aplicación de la sexta hora.
Finalmente, el Govern se ha hecho con el triunfo y la ampliación en una hora de la jornada escolar prosigue su andadura por los arduos derroteros de la educación catalana tras la reunión llevada a cabo con representantes de UGT, CCOO, USOC, entre otras federaciones de municipios y asociaciones de padres. Sin embargo, y a pesar de que los sindicatos pedían 3.000 docentes para paliar el déficit de profesorado y amenazaban incluso con movilizaciones, Educación estima que no serán más de 2.800 los maestros que prevén garantizar, «con éxito», dicha implantación en municipios de más de 5.000 habitantes.
En el caso de que se cumplan la totalidad de las incorporaciones, Educació puede solucionar otros problemas enquistados a causa del déficit del profesorado en Cataluña. Por un lado, se prevé asumir el incremento de escolares previsto para el próximo curso y la cobertura de las vacantes por jubilaciones. Pero además, vaticina poder cumplir otros acuerdos como la reducción en una hora de la jornada lectiva de los maestros, hacer frente a proyectos de innovación y hacerse cargo de las aulas de acogida.
Demasiados deberes para el Govern según algunos miembros de la subcomisión. Los sindicatos de maestros han manifestado una vez más, su preocupación por la posibilidad de que la aportación de docentes prevista por el Departamento no sea suficiente para concluir, con éxito, todos los compromisos acordados. De este modo, han pedido al departamento que «siga trabajando» para hacer frente a las nuevas complicaciones del próximo curso entre las que destacan la llegada de más inmigrantes o la puesta en marcha de planes de innovación.
Por ahora, la trayectoria de la polémica medida se considera «positiva» en palabras del conseller Maragall, quien prevé que la sexta hora llegue al 90% del alumnado de educación primaria de las escuelas públicas en el curso 2007/2008.
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