«Policía democrática y transparente». Este fue el mensaje que Olmos y el secretario general d'Interior, Joan Boada, intentaron transmitir ayer al informar sobre estas medidas disciplinarias.Sin embargo, la realidad es que la proliferación de denuncias de arrestados por trato vejatorio en la comisaría de Travessera de les Corts ha llevado a la Generalitat a adoptar una serie de medidas. La primera ha sido expedientar a estos policías.La segunda ha sido dotar de 40 cámaras de vídeovigilancia a estas dependencias, que se suman a las 31 ya existentes. En tercer lugar, se incrementará el número de mandos para controlar mejor la situación de los arrestados. Por último, se encargará un estudio de calidad.

Estas medidas, que los dirigentes policiales y políticos, insistieron ayer en calificar de «acto de transparencia y de calidad democrática» pone de manifiesto que se ha detectado un elevado número de irregularidades en el interior de esta comisaría. Tanto Boada como Olmos recalcaron que la suspensión de estos policías «es un hecho aislado». No obstante, los datos evidencian otra realidad.

En los últimos meses se han disparado las denuncias por vejaciones a arrestados si bien es cierto que la mayor parte acaban en archivo o absolución. No obstante, no ocurre así en todos los casos.El penúltimo en trascender ha sido el de tres agentes que están acusados de agredir a un joven durante una pelea en una conocida discoteca barcelonesa.

Debido a estas razones y a los avisos de los propios agentes de que había conductas irregulares en esta comisaría, el director general decidió el pasado enero ordenar a la división de Asuntos Internos de los Mossos que abrieran una investigación para comprobar si se maltrataba a los arrestados en la comisaría de Les Corts.

Respecto a la suspensión de los cinco policías, tanto Boada como Olmos se negaron a dar detalles. Unicamente señalaron que los dos detenidos fueron golpeados con las manos por los expedientados.Lo que sí trascendió ayer es que la mayor de las pruebas con la que cuentan los Mossos son las imágenes de una videocamara de la que no tenían conocimiento los agentes y en la que se apreciarían las agresiones.

Fuentes policiales explicaron ayer a EL MUNDO que uno de los polémicos casos -en el que intervinieron tres agentes, dos de ellos en prácticas, y un cabo- se produjo el pasado 30 de marzo después de que un hombre español fuera arrestado por atentado contra la autoridad. Durante el traslado a comisaría, el arrestado destrozó una ventana del coche patrulla y, una vez en comisaría, golpeó a varios policías. Los agentes tuvieron que ponerle un casco en la cabeza para que no se autolesionara. En el segundo caso de supuestos malos tratos, fue una agente la que agredió a una detenida.

Los dos arrestados ya han denunciado a los policías que les maltrataron, mientras que uno de los expedientados se enteró ayer de que había sido suspendido al verlo por televisión porque está de vacaciones.Los policías ya se han puesto en contacto con sus abogados.

BARCELONA.- El 1 de noviembre de 2005, coincidiendo con el despliegue de los Mossos d'Esquadra en la ciudad de Barcelona, se inauguró la comisaría de Travessera de les Corts. A ella son conducidos todos los detenidos de la localidad. Desde su apertura ya han pasado más de 21.000 detenidos.

En las últimas semanas la comisaría de Les Corts de los Mossos ha copado la actualidad y no precisamente por su buen funcionamiento.Además de las denuncias por malos tratos, a finales del pasado mes de marzo, trascendió que se había producido un brote de tuberculosis en sus instalaciones debido a sus escasas condiciones de salubridad.Al menos cuatro agentes dieron positivo en el control de tuberculina.Incluso el Colegio de Abogados de Barcelona suspendió las entrevistas con los detenidos en esta comisaría por las «pésimas condiciones higiénicas». Ambientadores y un cambio en el sistema de ventilación han sido las primeras medidas adoptadas por el Departament d'Interior.

Sólo unos días antes, esta comisaría también se conviritió en foco de atención pública después de que se tuviera conocimiento de que los responsables de los Mossos y de Interior de sancionar y vigilar los locales de ocio impartían clases remuneradas a los dueños de estos establecimientos.

Asuntos Internos de los Mossos abrió una investigación para esclarecer estos hechos después de que este diario informara de estos polémicos cursos y, tras concluirse las diligencias, fue destituido el jefe de la comisaría general técnica, David Piqué.

Por su parte, los partidos de la oposición interpelaron al conseller d'Interior, Joan Saura, por estos hechos y sólo el tripartito ha impedido su comparecencia en el Parlament de Cataluña para dar explicaciones por los polémicos cursos.

Aunque inicialmente estas clases se impartieron en una primera edición en la Escola de Policia de Catalunya, en Mollet del Vallès, a finales del pasado año se empezaron a dar en la comisaría central de Barcelona, aunque se dejaron de impartir después de que se hiciera público este curso.