El Valencia y los colegiados fueron los únicos que lo escucharon sobre el césped. Los niños del Barça esperaron a que acabara y saltaron al campo cuando sonaba el portugués (del colegiado). La sorpresa fue generalizada en las gradas, incluidos los equipos que participaron y asistían al encuentro (Betis, Sevilla y Real Madrid, entre otros).

«Como habíamos saltado solos, le pregunté a su entrenador por qué no habían salido. Me dijo que eran órdenes de su club. Hasta mis jugadores me preguntaron por qué estaban solos. No supe qué decirles. Estaba claro que era una decisión política que no iban a entender niños de apenas ocho años. Sólo les dije que disfrutaran del partido», comentó a EL MUNDO uno de los técnicos valencianistas responsables del equipo.

La organización del Mundialito -en el que hubo otras dos finales de categoría alevín y benjamín, donde sonaron los himnos de los países de los equipos finalistas sin incidente alguno- se extrañó de la postura del Barça. «Nos avisaron la víspera de que lo iban a hacer así, y ellos no pusieron ningún inconveniente», aseguró el entrenador. El incidente no mermó la ilusión con la que los niños afrontaron el partido, que acabó ganando el conjunto del Barcelona.

La expedición valencianista puso los hechos en conocimiento del Valencia, por si decidía elevar alguna protesta ante la Federación Española, más aún después de los precedentes de los últimos años, en los que, en más de una ocasión, se ha mezclado fútbol y política.

Las pancartas aparecidas en el Camp Nou incluyendo a la Comunidad Valenciana entre los denominados Països Catalans o la reivindicación que hizo el Valencia de su identidad jugando con el equipaje de la senyera son los últimos exponentes de una disputa que hasta ahora se ceñía a las altas esferas políticas y deportivas, sin afectar a los equipos de categorías inferiores.

Además, el Barça hace pocas semanas que solicitó al Comité de Competición que sancionara al delantero del Levante Salva Ballesta por unas declaraciones en las que decía que las opiniones políticas que Oleguer Presas había vertido sobre el caso De Juana Chaos le merecían «el mismo respeto que una caca de perro».

Un portavoz del Barcelona desmintió anoche a este diario que el club hubiera dado orden alguna de que su equipo no atendiera al himno español: «No tiene ningún sentido. Suponemos que sería un error de los organizadores del partido, pero por supuesto que desde el Barcelona no hemos ordenado hacer algo semejante».

Los pequeños jugadores del Valencia saltaron al césped junto al trío arbitral, como aparece en la fotografía superior. En la del centro se observa cómo escuchan atentamente el himno español, mientras que su rival azulgrana ni aparece. Una vez que comienzan a sonar las notas del himno portugués es cuando hacen acto de presencia los jugadores barcelonistas.