El presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Manuel Conthe, nada en un mar de dudas hasta el punto de replantearse su dimisión, según ha podido saber este diario. Su dilema no es el de cejar su enfrentamiento con el Gobierno y el PSOE, sino cómo salvaguardar mejor, en su opinión, la independencia del máximo órgano rector de los mercados bursátiles españoles.
Sus amigos en la Administración española y los funcionarios que le son más fieles le están trasladando que si su objetivo es reafirmar la independencia de la institución, lo que tiene que hacer es, precisamente, retirar su dimisión y quedarse.
Conthe llegó a plantear a Solbes en su conversación del pasado lunes la necesidad de que su sucesor sea independiente y otorga máxima importancia al nombre del futuro presidente de la CNMV. «No se puede hablar de sucesor, porque no se ha producido ninguna dimisión del presidente de la CNMV», recuerdan en el Ministerio de Hacienda.
Un alto funcionario ajeno a la CNMV pero que mantiene amistad con Conthe, asegura que éste no ha descartado quedarse y da por seguro que se replanteará su dimisión si olfatea que su sucesor se va a someter a instrucciones del Gobierno. Y Conthe empieza a olfatearlo.
Sólo año y medio
Sabe que no es fácil que una personalidad independiente y de prestigio acepte un nombramiento para el escaso año y medio que queda para agotar el mandato del presidente actual. Vence en octubre de 2008. El Gobierno podrá prometer al sucesor una renovación por otros cuatro años, ¿pero qué garantías tendrá de renovar, si cambia el Gobierno en las elecciones generales del próximo mes de marzo? Además, Conthe querría que el elegido fuera de la confianza de Solbes, pero incluso ganando el PSOE las elecciones, el vicepresidente segundo del Gobierno no continuará, por lo que el nuevo ministro de Hacienda socialista podría no renovar al elegido ahora.
En este panorama, es posible que el sucesor sea una persona más afín a otros sectores del Gobierno, incluido el Palacio de La Moncloa y eso sería demasiado para Conthe. Para él no es lo mismo, por ejemplo, que aceptara el cargo el jefe de los servicios jurídicos del Estado, Joaquín de Fuentes, -al que él mismo eligió para redactar el código de buen gobierno corporativo de las sociedades que cotizan en Bolsa-, que el actual vicepresidente de la CNMV, Carlos Arenillas.
Éste, un veterano de la Bolsa española, fue el que contrató en la pasada década al candidato socialista a la alcaldía de Madrid, Miguel Sebastián, y ha encabezado la revuelta del consejo de la CNMV contra Conthe y a favor de aceptar los planes de Enel y Acciona. En una primera votación, la del 23 de marzo, Arenillas no pudo evitar la decisión de Conthe de frenar durante seis meses la OPA hispano italiana. Pero sí pudo contenerle tres días después en su propuesta de expediente sancionador.
Según la versión de los que le conocen, Conthe siempre está dispuesto a asumir el ridículo personal de retractarse si con ello cree que la institución se beneficia. El siempre impetuoso Conthe es de los pocos que no ve problema en retirar sus palabras si considera que eso es lo más conveniente.
Cuando se burló de la demanda de Endesa contra la CNMV en septiembre de 2005, no dudó en pedir disculpas en el Congreso de los Diputados. El portavoz del PP en aquella sesión, Miguel Arias Cañete pidió, no obstante, entonces su dimisión. Conthe se disculpó también cuando sugirió que podía haber habido una fuga de información privilegiada en el entorno del promotor inmobiliario Fernando Martín en la compra de Fadesa.
¿Qué hacer? Conthe anunció el pasado día 2 que tenía intención de dimitir y reclamó ser escuchado de inmediato en el Congreso de los Diputados para expresar sus razones. Todo arranca del pasado 26 de marzo, cuando no logró una mayoría en el consejo de la CNMV para abrir expediente sancionador con retirada de derechos políticos a Enel y Acciona por torpedear ilegalmente la Oferta Pública de Adquisición de acciones (OPA) de E.ON sobre Endesa.
Prestigio en juego
Para Conthe la CNMV se jugaba su prestigio si no actuaba contra la constructora española y la eléctrica italiana por mucho apoyo que tuvieran del Gobierno español. Pero no logró esa mayoría y él mismo recomienda en su código unificado de buen gobierno de las sociedades cotizadas que cuando el consejo tome «decisiones significativas o reiteradas sobre las que el consejero hubiera formulado serias reservas, éste saque las conclusiones que procedan».
Para él fue significativa esa derrota y por eso optó por anunciar su dimisión, pero no sin antes cumplir otra recomendación de ese código, que es la de explicar en público las razones. Por eso reclama comparecer en la Comisión de Economía del Congreso de los Diputados. Todos los grupos políticos salvo el PSOE apoyan su petición.
Pero los socialistas se niegan, así que en este mes ya no será posible su comparecencia y es difícil que sea en mayo. El presidente de la Comisión de Economía y diputado socialista, Antonio Gutiérrez, se niega a recibir a Conthe de forma extraordinaria. Sí lo acepta de forma ordinaria para que presente la memoria anual de la CNMV. Esta comparecencia ordinaria tuvo lugar el pasado año el 14 de junio, por lo que, si se repiten plazos, Conthe tendría todavía dos meses por delante al frente de la institución. Mucho plazo de espera para el inquieto Conthe, que sigue acudiendo al despacho con normalidad y sigue disfrutando de su cargo. «No es el presidente de trato más agradable que hemos tenido, pero sí es respetado por su integridad», asegura un alto y veterano funcionario de la CNMV.