No todos los objetivos que han aparecido en el listado del comando Donosti han merecido el mismo trato por parte del Ministerio del Interior. Los representantes del PP fueron alertados. Pero alguno de los civiles más vigilados por ETA aún no ha merecido ni una llamada por parte de los responsables del Departamento dirigido por Alfredo Pérez Rubalcaba.
Éste es el caso del que fuera testigo protegido de la Audiencia Nacional en el caso Lasa y Zabala, Pedro Miguéliz, Txofo. Su nombre y un gran número de datos sobre él aparecieron en poder de los integrantes del comando que ETA introdujo desde Francia mientras anunciaba el alto el fuego permanente.
Según explicaron fuentes policiales, en la documentación intervenida a los terroristas había seguimientos sobre este testigo y fotografías suyas realizadas por los propios terroristas. Además, en la documentación figuraban numerosos datos personales y la manera de localizarle. Pese a ello, ningún responsable del Ministerio del Interior se ha puesto en contacto con él para alertarte de esta situación. Tampoco se le ha ofrecido ningún tipo de protección. El operativo desarrollado por la Guardia Civil se inició el pasado 28 de marzo.
Días después trascendió que un agente de la Policía de San Sebastián y Txofo estaban en el punto de mira de este comando y que su intención era atentar contra ellos. La premisa para actuar era que el terrorista José Ignacio de Juana Chaos muriera durante su huelga de hambre. En ese caso, los terroristas hubieran perpetrado acciones y entre sus primeros objetivos figuraban los dos citados.
Txofo fue uno de los testigos clave en el sumario que instruyó la Audiencia Nacional por el secuestro y asesinato de los etarras José Antonio Lasa y José Ignacio Zabala. El caso finalizó con la condena contra el ex general de la Guardia Civil Enrique Rodríguez Galindo, entre otros. La Audiencia Nacional le retiró la escolta que le protegía hace apenas dos meses, cuando ya estaba siendo vigilado por los etarras.
Por otra parte, el secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, afirmó ayer que «el discurso que se está utilizando en distintos ámbitos sobre un rearme de ETA es difícilmente compatible con la realidad», al tiempo que defendió la política antiterrorista desarrollada por el Gobierno.
Camacho se refirió así al último informe de Europol en el que se denunciaba el rearme etarra. El secretario de Estado obvió en su análisis que, entre otras actuaciones durante la tregua, ETA ha robado más de 350 pistolas en Francia y ha tratado de activar un nuevo complejo Donosti.
El secretario de Estado hizo hincapié en que la labor del Ejecutivo, del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil ha propiciado que, a lo largo de la presente legislatura, «se haya detenido continuamente a miembros de ETA, se haya desarticulado comandos y se haya incautado explosivos».
«Creo que la capacidad de la banda, en este momento, es similar a la que tenía y no puede hablarse realmente de rearme», remachó Camacho en referencia a los tres años del Partido Socialista al frente del Gobierno de la Nación.
Por ese motivo, rechazó aquellas voces críticas que cuestionan la eficacia de la política antiterrorista y envió un «mensaje de tranquilidad» a la ciudadanía española, «en la medida en que la Policía y la Guardia Civil trabajan cada día de una manera intensa para garantizar la seguridad de los españoles». «Creo que, además, lo consiguen», apostilló el secretario de Estado.