El percance ocurrió a la altura del kilómetro 5 (Batán), a menos de 200 metros de una gasolinera. Los tres carriles de salida de la carretera de Extremadura se cortaron de inmediato debido a que los camiones quedaron cruzados en la calzada. Eran las 17.15 horas. En menos de 30 minutos el atasco de vehículos alcanzaba el centro de Madrid. Se colapsaron los nuevos túneles de la avenida de Portugal, el subterráneo que enlaza Príncipe Pío con la A-5, el paseo de Extremadura, la calle de Segovia y la calle de Sepúlveda. Incluso, la Policía Municipal cortó el acceso a los túneles de la avenida de Portugal desde la Cuesta de San Vicente.

El enredo en el asfalto fue mayúsculo hasta las 19.30 horas, según un portavoz de la concejalía de Movilidad del Ayuntamiento de Madrid. A esa hora, quedaron abiertos por completo los tres carriles de salida de la carretera de Extremadura.

En el accidente se vieron involucrados dos camiones de la misma empresa, un autobús interurbano y un turismo. Según los testigos, el conductor de uno de los camiones intentó esquivar a un autobús interurbano de la compañía Blas y Cía que no llevaba viajeros. «Al tratar de esquivar al autobús ha golpeado un camión a otro. Ambos eran de la misma empresa», contó un testigo. Otro de los presentes añadió que el autobús implicado chocó contra un vehículo que estaba detenido en la parte derecha de la calzada.

Hasta el lugar del accidente se desplazaron tres vehículos de los Bomberos del Ayuntamiento de Madrid y varias ambulancias del Samur. Finalmente, los médicos sólo atendieron a uno de los dos camioneros, según Emergencias Madrid. Sufrió heridas leves e ingresó en el Hospital 12 de Octubre con una pequeña contusión.

Los Bomberos municipales emplearon más de una hora en retirar los camiones siniestrados con ayuda de una grúa. También se afanaron en colaborar con los empleados del Selur en la limpieza de la gasolina derramada en la calzada.

A las 18.30 horas las retenciones provocadas por el accidente salpicaban a todo el Sur de la ciudad y al centro de la capital.

Lo peor del atasco lo sufrían los conductores atrapados en la carretera de Extremadura. La Policía Municipal desvió el tráfico hacia la salida de Batán (en dirección hacia el Zoo). Sin embargo, a las 18.50 horas, la retención en la A-5 alcanzaba los siete kilómetros y se prolongaba a los nuevos túneles de la avenida de Portugal y a los subterráneos de la M-30.

Un conductor se quejaba por la falta de salidas en ese tramo para esquivar el atasco. «En este trayecto si te pilla un accidente como este, no tienes posibilidad de escapar», se quejaba. Varios autobuses interurbanos que se dirigían a Móstoles y Alcorcón decidieron abrir las puertas ante las protestas de los viajeros. «Siempre que no haya peligro para los ocupantes se les puede abrir las puertas», contó un conductor. «Me bajo del autobús porque llevo una hora dentro. Si sigo aquí no llegó a mi casa hasta la noche. Prefiero ir hacia el metro y llegar a Móstoles tomando el Metrosur». Un representante dijo anoche que empleó dos horas de coche para ir desde Tirso de Molina a la Ciudad de la Imagen. «Ha sido horrible. Los coches no se movían y si te ibas a otras zonas, todo estaba peor». Hasta los propios agentes reconocieron que la tarde de ayer fue un «infierno».