La Policía encontró ayer por la tarde el cadáver de una recién nacida envuelto en un pantalón de chándal. La niña estaba dentro del armario de un cuarto de baño en una vivienda del número 28 de la calle Parque de la Paloma, en el barrio de Orcasitas (distrito de Usera).
El hallazgo se produjo después de que la madre, boliviana de 23 años, ingresara en el hospital con una fuerte hemorragia vaginal tras avisar al 112. Los sanitarios descubrieron que acababa de dar a luz y avisaron a la Policía ante la sospecha de que le pudiera haber pasado algo al bebé. Al acudir a la casa de la parturienta encontraron el cadáver del neonato. En la vivienda, situada en el bajo A, había otras tres personas. La madre permanecía anoche bajo custodia policial mientras se recuperaba en la maternidad del Hospital Doce de Octubre.
Minutos antes de las 17.00 horas de ayer, la mujer, de 23 años, llamó al 112 para pedir ayuda porque, según ella, tenía una fuerte hemorragia vaginal como consecuencia de una caída que había sufrido en el baño de su domicilio el día anterior, según informó Emergencias 112.
Cuando los facultativos de una UVI móvil del Servicio de Urgencia Médica de Madrid (Summa) llegaron a la casa, hallaron a la mujer en estado hipotenso debido a la grave pérdida de sangre. Tras ser estabilizada, la paciente fue trasladada al Hospital Doce de Octubre, donde se le efectuó una ecografía que detectó restos de placenta y cordón umbilical en el útero.
Los médicos descubrieron enseguida que había dado a luz, pero la mujer lo negó en varias ocasiones, al igual que facilitó datos falsos sobre su historial médico, según fuentes de la investigación. Sin embargo, los facultativos comunicaron el caso a la Policía. Agentes de la comisaría de Usera, acompañados de los efectivos del Summa, se trasladaron a la vivienda de la mujer, donde encontraron a dos hombres -entre los que se encontraba la pareja de la madre- y a una mujer que también negaron los hechos.
Tras acceder a la vivienda, los agentes registraron la casa, donde hallaron varias habitaciones cerradas con llave. Finalmente, encontraron el cuerpo de la recién nacida envuelto en unos pantalones en el interior del pequeño armario que había bajo el lavabo. La niña estaba boca abajo en posición fetal, con una parte del cordón umbilical aún unida a su cuerpo.
Los médicos certificaron que la pequeña se encontraba cadáver, por lo que no pudieron efectuar maniobras de reanimación. Los agentes policiales esperaron la llegada del juez y de la Brigada de la Policía Científica.
De acuerdo con las primeras investigaciones, el bebé nació a término tras nueve meses de gestación, pues tenía el tamaño normal de un feto desarrollado. Sin embargo, no se sabe aún si la niña nació muerta o si se trata de un crimen. Los agentes del Grupo VI de Homicidios se han hecho cargo de la investigación.
Autopsia
Habrá que esperar a la autopsia, que previsiblemente se practicará hoy en el Instituto Anatómico Forense, para averiguar las causas de la muerte. La Jefatura Superior de Policía no tenía constancia ayer por la noche de que se hubieran producido detenciones.
Los vecinos del inmueble se mostraron sorprendidos, porque no habían notado que la mujer estuviera encinta y reconocen no haber tenido trato con ella ni con sus compañeros.
Sólo sabían que las cuatro personas vivían en ese piso desde el verano pasado y que no habían causado molestias en la comunidad.