Jueves, 12 de abril de 2007. Año: XVIII. Numero: 6325.
MUNDO
 
TERROR EN ARGELIA / Los vehículos explosionaron ante una comisaría; frente a la Interpol y junto al Palacio del Gobierno / Los terroristas no descansarán hasta liberar «la tierra del islam desde Jerusalén hasta Al Andalus»
Tres kamikazes de Al Qaeda matan a 24 personas en Argel en ataques con coches bomba
Los terroristas prometen no descansar hasta liberar «la tierra del islam desde Jerusalén hasta Al Andalus»
JULIO CARRIEDO. Especial para EL MUNDO

ARGEL.- Argel volvió a vivir ayer la pesadilla de los años de plomo. Como ocurría en la década de los 90, la explosión de tres coches bomba sembró el pánico en una ciudad que comenzaba a zafarse de una tragedia civil que ha dejado unos 200.000 muertos y más de 15.000 desaparecidos. El atentado, que segó la vida a 24 personas, echa por tierra la política de «reconciliación» del Gobierno de Buteflika.

Los atentados, que fueron reivindicados por Al Qaeda en el Magreb Islámico a través de una llamada telefónica a la cadena Al Yazira, golpearon la sede de la Interpol, una comisaría próxima al aeropuerto internacional y el corazón del poder argelino: el Palacio de Gobierno, sede del primer ministro. Como resultado, 24 personas perecieron y 222 resultaron heridas, según un balance de Protección Civil, aunque fuentes hospitalarias elevan a 30 el número de muertos, que podría aumentar en las próximas horas, dada la enorme cantidad de heridos graves.

A las 10.45 horas (11. 45 horas en España), momento de máxima actividad en la capital, un automóvil cargado de explosivos estallaba en el aparcamiento del Palacio de Gobierno, provocando una fuerte detonación que pudo oírse en todo el distrito centro. Inmediatamente, se sucedieron escenas de pánico en sus calles más comerciales, que se hallaban atestadas de viandantes en esos momentos. En los alrededores de la Universidad Central, a unos centenares de metros del edificio siniestrado, se produjeron varias avalanchas, ya que en un primer momento corrió el rumor de que el atentado se había producido en el centro educativo. La semana pasada, una amenaza de bomba de un comunicante anónimo obligó a desalojar el campus universitario.

Escasos minutos después del primer atentado, dos vehículos estallaban frente a la Interpol y en el exterior de una comisaría del barrio periférico de Bab Ezzuar, próximo al aeropuerto internacional y a la Universidad de Ciencias y Técnicas, provocando 12 muertos, 87 heridos y cuantiosos daños materiales. Según varios policías que se encontraban en el lugar del siniestro en el momento de los hechos, los coches bomba, separados por 30 metros entre sí, fueron activados por dos jóvenes kamikazes. De la misma forma, testigos presenciales aseguraron que el conductor del coche del Palacio del Gobierno «murió dentro del automóvil». Estas declaraciones confirmarían la información hecha pública horas después de los atentados en uno de los sitios web utilizados por Al Qaeda en la que su brazo armado en el Magreb Islámico reivindica que la acción fue obra de tres «mártires» que emplearon tres vehículos cargados con unos 1.900 kilogramos de explosivos. En un comunicado, que aparece ilustrado con las fotos de los terroristas suicidas, los antiguos Grupos Salafistas para la Predicación y el Combate han prometido no descansar hasta liberar «la tierra del islam desde Jerusalén hasta Al Andalus». Tras la explosión del centro de Argel, cuya onda expansiva afectó a un elevado número de edificios y vehículos que se encontraban en un radio de un kilómetro de la explosión, los servicios de protección civil pusieron en marcha un eficaz dispositivo para evacuar a las decenas de heridos y retirar los cadáveres de los fallecidos, la mayor parte policías que protegían el edificio. «También había varios civiles entre los muertos», declaró a EL MUNDO una periodista argelina.

El primer ministro, Abdelaziz Beljadem, calificó los ataques de «criminales y cobardes», que se han producido «en un momento en el que todo el pueblo argelino está demandando una reconciliación nacional».

Los servicios de seguridad argelinos -han confirmado fuentes diplomáticas españolas- «esperaban desde hacía meses un gran atentado en la capital», que estaría destinado a torpedear la campaña de las elecciones legislativas, que tendrán lugar el 17 de mayo.

 © Mundinteractivos, S.A.