LEON/CEUTA/PARIS.-
Después de los atentados de los dos últimos días en el norte de Africa, el secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, afirmó ayer que el terrorismo es «sin duda» la principal amenaza contra la seguridad, pero aclaró que no se ha activado ningún dispositivo especial tras los últimos ataques. Sin embargo, advirtió que, en cualquier caso, hay que «estar atentos» y «tenerlo en cuenta».
Camacho afirmó que cualquier hecho que se produce en Europa, Estados Unidos o el norte de Africa tiene que ser analizado porque supone un riesgo para la seguridad mundial.
El delegado del Gobierno en Ceuta, Jenaro García-Arreciado, también negó que la situación de los Cuerpos de Seguridad en la frontera con Marruecos haya variado tras los últimos atentados suicidas en Casablanca (Marruecos) y Argel (Argelia) y dijo que sigue el nivel de alerta dos decretado por el Gobierno.
En declaraciones a los periodistas, García-Arreciado explicó que el nivel de alerta «es el mismo para todo el territorio nacional, como consecuencia del juicio por los atentados del 11 de marzo, y salvo que el Gobierno decida lo contrario no se va a elevar». Como prueba del control policial al respecto, apuntó que los mandos policiales le habían informado de que el martes pasaron aproximadamente 18.000 personas por la frontera del Tarajal, «y las 18.000 estaban perfectamente identificadas».
Pero García-Arreciado también aclaró: «Digo esto con toda la prudencia del mundo, ya que no hay ninguna seguridad absoluta en estos temas. Viajar a Marruecos sigue siendo seguro, como lo fue hacerlo a Londres tras el 7-J, a España tras el 11-M o a Nueva York tras el 11-S».
En Francia, sin embargo, la seguridad ha sido reforzada en los mítines electorales debido a la amenaza terrorista, indicó el ministro del Interior, François Baroin, que evocó los acontecimientos en Argelia y en Marruecos la víspera.
«La actualidad reciente muestra que hay que tener una vigilancia extrema», dijo Baroin, que habló de una amenaza «real, variada y plural» durante una visita a la Escuela Nacional Superior de Policía de Saint-Cyr-au-Mont-d'Or, cerca de Lyon (sureste). «Francia está bajo la amenaza de actos terroristas. Estamos en el dispositivo Vigipirate rojo (el segundo nivel de alerta más alto del plan antiterrorista). No podemos olvidar lo que ocurrió en otros países europeos», agregó, en referencia a España y Reino Unido.
Por su parte, el decano de los jueces antiterroristas franceses, Jean-Louis Bruguiere, aseguró que «Europa y Francia en particular están concernidas» por la amenaza terrorista islámica. «Estamos extremadamente vigilantes», dijo el magistrado en la televisión. Bruguiere aludió a un «eje terrorista» en el norte del Magreb cuyo objetivo es desestabilizar esa región y crear un vínculo «operacional» entre las redes en el Magreb y Europa y «las estructuras implicadas en las operaciones en Irak».
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