Jueves, 12 de abril de 2007. Año: XVIII. Numero: 6325.
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Niñeras que hablen chino, la última moda en Londres
Las agencias especializadas no dan abasto para cubrir la creciente demanda de 'au-pairs' bilingües en Reino Unido
ROSEMARY BENETT. The Times / EL MUNDO

LONDRES.- Si necesitaba más pruebas de que China es el país del futuro, no tiene más que dirigirse a su agencia local de niñeras. Las chicas au-pairs con fluidez en chino mandarín son la última moda para aquellos padres que quieran ofrecer a sus hijos un futuro prometedor. Agencias y webs especializadas afirman estar saturadas de solicitudes de niñeras chinas, con padres dispuestos a pagar 23 euros la hora, el 50% más que la tarifa normal.

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Vanessa Cook, directora de la agencia Little Ones en Londres, especializada en niñeras bilingües, dice que apenas puede arreglárselas para cubrir la demanda. «El año pasado el incremento de las solicitudes fue dramático. De todas las llamadas que recibimos, el 10% buscaba niñeras con conocimiento del mandarín. Ahora es el cuarto idioma más popular, después del francés, el español y el ruso», afirma la directora.

«Los clientes son personas adineradas y dedicadas a los negocios que creen que, para tener una oportunidad, hay que empezar a aprender el idioma desde muy joven. Ven el mandarín como la futura lengua de negocios y quieren que sus hijos partan con ventaja de cara a su carrera profesional», añade.

Frances Mackay, académica residente en Perthshire, es la típica cliente. No está dispuesta a que la ignorancia en lenguas extranjeras, común entre los británicos, arruine las posibilidades de sus cuatro hijos. «Los británicos sólo hablamos inglés, mientras que en el resto del mundo la gente habla dos o tres idiomas por lo general. Somos la excepción. Quiero ofrecer un futuro mejor a mis hijos y darles la posibilidad de que vayan a vivir y trabajar en China, por su propio bien y por el del país», dice.

Sin embargo, la gran escasez de niñeras chinas está frenando la expansión de este enorme mercado en potencia. Para una joven china, es virtualmente imposible conseguir un visado que le permita trabajar en el Reino Unido como au-pair, puesto que esta clase de actividades pertenece aún al sector de trabajo «poco cualificado».

Con la ampliación de la Unión Europea, muchas mujeres del este han viajado a Gran Bretaña para trabajar como niñeras, así que los encargados de inmigración no creen que exista una necesidad de personal en el sector.

Debido al escaso número de niñeras chinas, los salarios son altos. Vanessa Cook calcula que una chica con experiencia puede ganar entre 18 y 23 euros limpios la hora. La media en Londres es de unos 14.50 euros.

Frances Mackay tuvo serias dificultades para encontrar a su niñera: «después de tres meses de infructuosa búsqueda. Al final encontramos a una profesora a través de Internet. Yiwen, que así se llama, viene tres veces por semana a hablar con los niños. Juega con los pequeños y a los mayores les da lecciones un poco más formales».

Edith Li Ross, norteamericana de origen chino que vive en el norte de Londres, quiere que sus dos hijos sean bilingües. Durante años ha tratado de encontrar niñeras que hablen mandarín, pero no ha resultado fácil: «conseguimos encontrar tres. La primera era una estudiante de enfermería. Cuando volvió a China, nos presentó a otra enfermera que no podía trabajar todas las horas que queríamos debido a sus estudios. La marcha de esta última nos dejó en la estacada. Al final, puse un anuncio en un periódico chino que se publica aquí y recibimos docenas de llamadas. Fue un acoso constante. Finalmente, contratamos a una chica agradable de Malasia que habla mandarín, aunque no estoy segura de que su acento sea bueno».

Cook, la directora de Little Ones, ha tenido que afrontar las mismas dificultades: «sólo aceptamos a jóvenes con tres años de experiencia en el cuidado de niños y que hablen un inglés fluido. Nuestra mejor apuesta son las profesoras de chino porque suelen dominar otras lenguas y poseen experiencia con niños». Esta situación tiene, no obstante, los días contados. A partir del 1 de mayo, todos los estudiantes extranjeros podrán quedarse un año en el Reino Unido para trabajar al finalizar sus estudios. Y estudiantes chinos no faltan precisamente en las universidades británicas: hay 50.000, la mayor comunidad foránea en los campus.

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