JAVIER ORTEGA
Raúl Tartaj García, director de cine, falleció recientemente en Zaragoza a los 76 años. Deja viuda y tres hijos.
Persona inquieta y curiosa, fue actor, tuno y, por encima de todo, cineasta. Vivió una larga etapa de su vida en Madrid, periodo en el que estuvo muy relacionado con el mundo artístico de la capital. Fue promotor y representante de artistas -entre ellos el cantante argentino de tangos Carlos Acuña- y trabajó como actor secundario en varias películas, como Trotín Troteras (1962) de Antonio Mercero,
Pero, sin duda alguna, la gran aportación de Raúl Tartaj al mundo del cine ha sido la ingente colección de cintas que llegó a acumular a lo largo de su vida, llegando a reunir una de las mayores colecciones privadas de películas de España.
Su fondo estaba compuesto por más de 2.000 títulos de todos los géneros: NO-DO, documentales de principios del siglo XX, tanto de autores aragoneses como españoles, filmes del cine mudo y películas de distintas nacionalidades de los primeros años del cine sonoro. Muchas de ellas son joyas únicas en la cinematografía y fueron adquiridas en 1991 por la Filmoteca Municipal de Zaragoza. Un millar de esos títulos -la mitad del fondo- se encontraba en soporte de nitrato de celulosa, de fácil inflamación y degradación. La labor de la Filmoteca ha sido estudiar, clasificar, preservar, restaruar y difundir la colección.
Raúl Tartaj García, cineasta, nació en 1920 en Zaragoza, ciudad en la que falleció el 5 de abril de 2007.
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