Cuando Picasso cumplió 90 años, Josep Palau i Fabre (Barcelona, 1917) pensó hacer una obra de teatro en la que aparecieran los personajes de sus cuadros.

P.- El 21 de abril será usted quien cumpla los 90. ¿Qué género de los que ha cultivado diría que define mejor su vida? ¿La poesía, el teatro, el ensayo, o los Contes de capçalera?

R.- La poesía es interior, y puede permanecer secreta. El teatro, aunque también es interior, necesita una fórmula para llegar al público, debe contar con factores externos. En el teatro también hay secretos, pero tienen que adivinarse a través de la relación entre los personajes.

P.- ¿Usted tiene secretos?

R.- Todos los tenemos. En la poesía se expresan de un modo más directo que en el teatro. Creo que ambos géneros me representan, y uno no lo haría sin el otro.

P.- ¿Es este tipo de mezcla literaria lo que le hace alquimista?

R.- El alquimista es un personaje que se me incorporó cuando era joven y no me ha abandonado nunca. En realidad nace de mi amor por Ramon Llull, cuya obra es imposible de explicar sin la alquimia, ese medio de exploración y experimentación para llegar al fondo de las cosas.

P.- ¿Ha sido Picasso ese explorador del siglo XX?

R.- Sí, Picasso es el representante de una etapa del arte que se distingue por la diversidad. Antes de su obra, el camino de los artistas iba por encima de un camino ya trazado. Picasso supo captar la fragmentación del siglo XX, adaptarse a ella y expresarla. Sería el equivalente a la figura gigantesca de Ramon Llull. Los dos autores son fabulosos.

P.- En la Fundació Palau, en Caldes d'Estrac, artistas contemporáneos como Perejaume, Pepe Yagües y Miquel Barceló cuentan con su propio espacio. ¿Cree que Barceló podría ser el sucesor de Picasso?

R.- Aprecio mucho la obra de Barceló y, en un futuro, ya veremos.Pero de momento no veo que nadie se aproxime a la magnitud de Picasso. Ha sido el único capaz de integrar el siglo XX con todas sus contradicciones. Nadie ha sabido reinventar el arte como él.

P.- Usted ha publicado una veintena de libros sobre el artista malagueño, y dirigió una película sobre él.

R.- ¡Y aún sigo trabajando en su obra! Picasso no se agota nunca.Antes me agotaré yo.

P.- ¿Qué le parece que el Museu Picasso, el Espai Brossa, Círculo de Lectores, la SGAE, el Auditori, el Ayuntamiento de Barcelona y, en fin, tantas instituciones diversas se unan para celebrar su cumpleaños?

R.- Acabo de intuir esta unión ahora, durante el almuerzo de presentación de los actos. Y la verdad es que está muy bien.

P.- Tanta pluridisciplinariedad tiene algo de alquímico.

R.- Lo cual demuestra que las mezclas para cualquier cosa son infinitas. Siempre quedan caminos nuevos por descubrir.

P.- Usted escribió que el Don Juan es el poeta actualizado.

R.- Buf, eso fue casi en mi adolescencia. Entonces Don Juan era el personaje que me resultaba más útil para expresar lo que sentía.Creo que ahora tendría que buscarme a otro (se ríe).

P.- Entonces, en poemas como Cançó breu o Fragment del superhome, usted buscaba la plenitud. ¿La ha conseguido?

R.- En algún momento de mi obra la busqué, es cierto, y tal vez la alcancé. Pero eso son los demás quien deben decidirlo.

P.- ¿Qué es lo que más le ha gustado de estos 90 años?

R.- ¿De mí? Una obra de teatro que escribí, Mots de ritual per a Electra. Es la que más me gustó escribir, y creo que es la que ha quedado más redonda.

P.- ¿Y se arrepiente de algo?

R.- Ya he eliminado las cosas prematuras; en realidad ocurrieron hace tanto tiempo que ya no existen (se ríe).

P.- ¿Sabe que usted es un referente para los jóvenes poetas catalanes?

R.- ¿De verdad? Eso es muy importante, me alegro. Que dure, que dure.

P.- Felicidades por su 90 aniversario. Le veo muy bien.

R.- Bueno (se encoge de hombros), estoy un poco viejo para mi edad.

«Veo muchas caras amigas y ninguna enemiga; claro que los enemigos se vuelven invisibles y también deben rondar por aquí. A ellos también les saludo». Con estas palabras, Josep Palau i Fabre agradecía ayer que la programación de BarriBrossa 2007 se centre en su figura. Así se conmemora a la vez el décimo aniversario del propio festival y el 90 cumpleaños del artista barcelonés.

Entre el 16 y el 22 de abril, el convento de San Agustín, el Museu Picasso, el Museu Tèxtil, la SGAE, el CCCB, el Círculo de Lectores y el Pla d'Allada Vermell acogerán diversos actos referentes a la obra de Palau en todos sus registros.

En el almuerzo de presentación de estos actos, el director del Museu Picasso, Josep Serra, anunció que, como homenaje, el escritor podrá pasearse a puerta cerrada por el museo el próximo lunes.Asimismo explicó que esta colaboración con el Espai Brossa responde a una intención interdisciplinar.

El director artístico del Espai Brossa, Hermann Bonnín, señaló que han dedicado esta edición del festival a Palau i Fabre porque «es una sombra viva que sigue alimentando los contenidos del centro». El regidor de cultura, Carles Martí, el director de la Institució de les Lletres Catalanes, Oriol Izquierdo, Enric Casasses, Vicenç Altaió y Carme Sansa, entre otros, fueron algunos de los comensales.