por Anna R. Alós
Hay amigas que sustituyen con creces a las más valiosas enemigas.Una es la que conoce a tu novio cuando ella lleva sin sexo tres años y te dice: «¿Tú crees que este chico merece la pena?». O comenta: «Estos no duran ni tres meses». Lo más curioso es que tú rompes por cualquier motivo y ella se queda tan contenta con un «ya decía yo que esto no iba bien». Y es feliz porque tú vuelves a estar, como ella, sin sexo concertado. La diferencia es que lo tuyo es una circunstancia y lo suyo sobredosis de soledad no deseada. A ésta la llamo amiga ya decía yo.
Luego está la que pulula a tu alrededor porque te relacionas con facilidad. Vive esperando a que tú tengas un descuido para abalanzarse sobre una presa masculina que suele ser fácil por lo insegura. Y ellos casi siempre caen porque la amiga se lo pone más fácil, es más rápida tomando decisiones con la entrepierna y no está el horno para bollos si la ocasión la pintan calva.Es la amiga a por él.
Después está la amiga que te cuenta que los hombres ya no le interesan, que le dan pereza y ve difícil tener una nueva relación.Hasta que aparece un sapo venido a príncipe por arte de la soledad, y ya ni es tu amiga ni nada porque lo que hace es desaparecer.En realidad conozco a pocas capaces de compaginar pareja con amigos. ¿O creía alguien que esto sólo pasa en Hollywood? Pues no, en l'Hospitalet también pasa. Es la amiga farisea.
La que no tiene desperdicio es la que está esperando a que llegues a la fiesta para decirte en público: «¿Dónde vas con este cinturón? ¿No ves la barriga descomunal que se te ve?». Tú tienes dos opciones.Una es sonreír delante de cinco o seis personas más, ser señora y decir: «¿Tú crees?». La segunda opción es divertirse con una respuesta del tipo: «Te lo vi a ti el otro día y pensé que me quedaría igual de bien. Pero, claro, yo no soy tú». Y en ese momento ella se siente fatal, ofendida. Al día siguiente comenta con aquellos cinco o seis lo borde que eres. A ésta la llamo amiga te queda fatal.
Hay otra, la mejor amiga. Es la que sabe de ti casi todo, lo cual la coloca en una posición de fuerza imparable. Es la que un día decide hundirte con cuatro cruces, como al portaviones de la cuadrícula, y por la que te sientes realmente traicionada.Porque, ¿quién te va a traicionar si no la mejor amiga? Hay que comprenderla porque, al hundirte ella crece, pues si te quiere es porque te admira, sentimiento que es recíproco. Y tú piensas: «¿De qué te sorprendes? Sabías cómo era aunque la quisieras igualmente».A esta amiga la llamo, disculpen la expresión pero no hay paliativo, hija de puta, y quien más, quien menos, cuenta con una de éstas en el activo del pasivo, que lo hay en los balances de situación emocional.
anna.alos@yahoo.es
|