El presidente de la Generalitat, José Montilla, aseguró ayer que Cataluña «no aceptará una minusvaloración política» del Estatut y, aunque garantizó que acatará la sentencia que dicte el Tribunal Constitucional respecto a los siete recursos presentados en su contra, advirtió de que su Gobierno pondrá en marcha las acciones que correspondan para superar «lo que se haya podido invalidar o desvirtuar». «Estamos convencidos de la constitucionalidad del Estatut y vamos a defenderla», aseveró.
Durante su intervención en los desayunos informativos de Europa Press, Montilla subrayó que su Ejecutivo «no renunciará» a los avances en el autogobierno que reconoce el Estatut para, a continuación, avisar de que, si se produjera un recorte jurídico del texto, Cataluña se uniría «con una sola voz» para «poner en marcha las acciones tendentes a superar aquello que se hubiera podido invalidar o desvirtuar sustancialmente».
«Las instituciones, las fuerzas políticas y el pueblo catalán», añadió, «encontrarán la manera democrática de hacer frente a un posible recorte del Estatut», un escenario sobre el que se comprometió a trabajar para que no se produzca. En todo caso, el presidente del Ejecutivo catalán reiteró que acatará el fallo que en su momento emita el Alto Tribunal, lo que, a su juicio, no significa que se tenga que compartir. «Acatar es una cosa y otra es utilizar los instrumentos que da el Estado de Derecho, remover los obstáculos y emprender las acciones para conseguir los objetivos de fondo», zanjó.
Según presumió, el catalanismo es «resistente y tenaz pero a la vez fecundo y próspero, por lo que no se dejará arrastrar ni por los fatalismos ni por los radicalismos». «No se trata de tozudez ni de irresponsabilidad», dijo, «sino de tenacidad y de ambición democrática» y añadió que «lo que algunos llaman problema catalán no se resuelve con un portazo o con una huida hacia adelante». Dicho esto, se centró en defender la «absoluta constitucionalidad» del Estatut e insistió en que tanto él como su Gobierno «no darán la batalla por perdida» si hay una sentencia desfavorable. «Faltaría más», dijo.
También se le preguntó sobre qué podría ocurrir en caso de que el fallo fuera negativo en algunos aspectos puestos ya en marcha.A este respecto, aseguró que el Gobierno catalán está empeñado en que esa situación «no se dé», a pesar de que, lamentó, «otros, que en muchos casos tienen escaso respeto por las instituciones, trabajen» por lo contrario.
De esta forma se refería especialmente al PP, aunque sin mencionarlo, al aludir a «aquellos que han presentado recurso de inconstitucionalidad contra artículos del Estatut que son idénticos a otros de otros estatutos que no sólo no han recurrido, sino que los han votado y los dan por buenos».
Preguntado sobre si pediría una reforma constitucional en caso de que finalmente el TC modifique algunos aspectos del Estatut, Montilla se limitó a decir que «en su momento, si llega ese escenario, se hablará de ese tema». «Aplicar disposiciones de carácter preventivo, tiene poco sentido», remachó.
Sobre la polémica por la lengua, reiteró que «si hay algún idioma que está en situación de desigualdad en Cataluña, es el catalán».«Esa es la realidad», sostuvo.