MADRID.-
El transporte provoca la tercera parte de las emisiones de CO2 a la atmósfera. Sin embargo, para combatir el calentamiento que produce sobre la Tierra no es necesario abandonar los coches y volver a los carros de caballos. Diversos fabricantes tienen ya en el mercado nuevos modelos con motores que reducen el consumo de fuentes fósiles o que permiten repostar con biocombustibles. El suplemento de medio ambiente NATURA, que publica EL MUNDO el segundo sábado de cada mes, dedica mañana su portada y sus páginas principales a explicar las nuevas tecnologías que facilitan la reducción de emisiones de los vehículos privados.
Los coches híbridos, que combinan su motor de explosión con otro eléctrico, pueden llegar a reducir el consumo y las emisiones de CO2 hasta un 40%. La creciente producción de biodiésel y de bioetanol, que puede sustituir a las gasolinas, está haciendo que cada vez haya más conductores que los utilicen y más vehículos que puedan funcionar con estos carburantes que no potencian el cambio climático. Aún es pronto para saber qué fuente de energía sustituirá al petróleo, pero los expertos coinciden en que el futuro será de los coches de hidrógeno.
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