ISABEL ESPIÑO
MADRID.-
La tuberculosis bovina parecía una enfermedad del pasado. Sin embargo, la revista The Lancet describe hoy un extraño brote registrado en seis británicos hace dos años. La mayoría tenía escaso contacto entre sí, únicamente en bares o discotecas locales. Los autores creen que estos casos, de tuberculosis clásica o de la variante animal, podrían repetirse.
La infección por Mycobacterium bovis, uno de los bacilos que pueden causar tuberculosis en humanos, era frecuente a finales del siglo XIX y principios del XX. A medida que se generalizaron la pasteurización y las medidas de control del ganado, fue desapareciendo. En España, actualmente sólo es responsable del 2% de los casos de tuberculosis. Los afectados suelen ser personas mayores y del medio rural (que consuman lácteos sin pasteurizar y tengan contacto con ganado enfermo).
El nuevo caso es totalmente distinto y se asemeja al comportamiento de la tuberculosis convencional, la de Mycobacterium tuberculosis. Según el comentario que acompaña al estudio, es el «mejor caso documentado de múltiples transmisiones de humano a humano», un modo de contagio «raro y sólo probable en grupos susceptibles a la tuberculosis (como seropositivos)».
Los autores detectaron este curioso brote gracias a la red británica de vigilancia de la tuberculosis. Se encontraron con dos casos relacionados y decidieron analizar las infecciones por M bovis de la zona. Tanto estos dos pacientes como otros cuatro afectados presentaban una cepa idéntica. Lo extraño es que se trataba de personas jóvenes y, salvo uno, con escaso contacto animal.
El siguiente paso fue hacer un minucioso estudio de sus movimientos en los últimos años. Descubrieron que el foco inicial había sido el que era ganadero, que coincidía con otro afectado en un bar de Birmingham. Así se contagió este segundo paciente, que a su vez infectó a su esposa y a un amigo de ambos, fallecido por la enfermedad. La víctima trabajaba en una discoteca local, donde veía a la pareja. Fue en el establecimiento donde se infectó otro empleado y un cliente.
Los autores no descartan otras causas, pero creen que esta cadena es lo más plausible. Para que se diese tal brote tuvieron que darse diversas circunstancias, «en los afectados (uno era seropositivo; otro, diabético...) y ambientales (un contacto prolongado en un espacio cerrado y ruidoso)», explican. Pese a su excepcionalidad, sostienen que brotes similares «son posibles, a menos que las medidas de control se instituyan y mantengan, al igual que el programa de control de la tuberculosis bovina y la pasteurización de lácteos».
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