Unedisa, la editora de EL MUNDO participada mayoritariamente por RCS MediaGroup, cerró ayer la compra del 100% del grupo Recoletos, anunciada el pasado 7 de febrero. Nace así el grupo líder de la prensa escrita y digital en castellano, con más de seis millones de lectores y casi 18 millones de usuarios únicos de internet. La nueva compañía surge de la unión de dos de los mayores éxitos editoriales españoles de los últimos años.
La operación supone un desembolso por parte de RCS de 817,4 millones de euros. Esta cifra responde a la valoración de Recoletos en 1.100 millones de euros, de los que se ha deducido la deuda de 272,2 millones y cargos extras por un monto de 10,4 millones de euros. RCS financiará la compra con recursos propios y con líneas de crédito ya disponibles. Antonio Fernández-Galiano, consejero delegado de Unedisa, asume el mismo cargo en Recoletos y el director de EL MUNDO, Pedro J. Ramírez, la dirección editorial de todo el grupo.
En un encuentro con los directivos de ambas compañías, celebrado ayer en la sede de Recoletos tras sellarse la operación, el presidente de RCS, Piergaetano Marchetti, declaró sentirse «muy emocionado». «Hoy es un día importantísimo, se celebra un matrimonio. Hoy es el inicio de una larga historia, posible por la historia de éxito que representan tanto Unedisa como Recoletos», aseguró.
«Seremos una gran familia, con el objetivo del crecimiento y del éxito, que harán que uno más uno sean tres y no dos», añadió Marchetti, antes de augurar a todos «un futuro de satisfacciones» y agradecer al hasta ahora presidente de Recoletos, Jaime Castellanos, y a sus colaboradores el trabajo realizado.
«RCS no es un grupo financiero, es un grupo editorial, que cree en los grupos internacionales y multimedia», enfatizó, por su parte Antonello Perricone, consejero delegado de RCS. «Nuestra actividad no es comprar y vender, venimos a quedarnos, a crear valor», añadió. Para Perricone, el mérito de la operación de compra de Recoletos no corresponde sólo a los accionistas. «El mérito es de EL MUNDO, de los buenos resultados de Unedisa y también de Recoletos, porque sin ello, la operación no habría sido posible», concluyó Perricone.
Previamente, explicó las dimensiones de RCS y lo que representa en el conjunto del grupo la actividad en España (ver recuadro). También agradeció a todos cuantos han hecho posible con su trabajo a lo largo del tiempo esta gran operación.
Jaime Castellanos manifestó, por su parte, que «nace un grupo con gran músculo y una potencia extraordinaria». «La gente que quiera progresar tiene espacio en este proyecto», añadió, antes de pedir «a la gente de Recoletos» que «siga trabajando con las mismas ganas y la misma ilusión».
Antonio Fernández-Galiano recordó que la relación con Recoletos viene de largo, incluso con algunos proyectos comunes. Asimismo, agradeció a RCS «su confianza». «Dada la envergadura de la operación, hay un altísimo componente de confianza de nuestros accionistas y no va a ser defraudada», añadió. «RCS no es un grupo financiero o un fondo, es un grupo de comunicación, y eso facilita las cosas», dijo, tras calificar de «excelente» la experiencia de los últimos 15 años con ellos en Unedisa.
«El proyecto que se pone en marcha tiene un gran peso en el mundo de la comunicación española y supone un auténtico desafío para hacer uno de los grupos más pujantes y competitivos, pero con lo mejor de los dos grupos podemos conseguirlo», aseguró el consejero delegado. «Tenemos que construir una nueva cultura para vivir el proyecto como único y común», concluyó.
Pedro J. Ramírez miró al pasado para recordar que sus primeros artículos políticos, siendo un joven periodista, los publicó en Telva unos 30 años atrás. Después de un recorrido por los logros de Recoletos, aseguró que éste «ha sido el primer gran grupo español de comunicación, el primero capaz de desarrollar nuevas ideas e iniciativas», aunque ello suponga «derribar algunos ídolos de barro, basados en gran medida en favores políticos».
Pero Ramírez también miró hacia el futuro en clave de integración. Primero, integración de Recoletos y Unedisa, «manteniendo la independencia de cada producto de cara al mercado y procurando aprovechar todas las sinergias de puertas adentro». Segundo, «integración entre la tradición que representa el periodismo impreso y las nuevas fronteras de internet». «No hay periodistas de papel o de internet, hay sólo periodistas, y el gran activo son las distintas marcas», aseguró Ramírez.
«Vamos a desarrollar un papel esencial en España. Con esta operación, gana Recoletos, gana Unedisa y gana la sociedad española», manifestó. Para terminar, el director de EL MUNDO lanzó un reto: «Si hoy somos el primer grupo español de prensa, el único horizonte razonable es convertirnos en el primer grupo editorial del mundo en lengua castellana por todos los conceptos».