Su irrupción a mediados de los 70 supuso un movimiento sísmico en todo cuanto rodeaba a la raqueta. Al extraordinario genio deportivo, un jugador con los fundamentos de la tierra batida capacitado para desenvolverse con un éxito inmediato y formidable sobre hierba, se le sumó la fascinación generada por su impronta arrebatadora.

Borg fue un fenómeno pop, un tenista capaz de despertar auténtico furor entre la juventud y de acercar multitudes a un deporte hasta entonces severo, riguroso y hasta un punto excluyente. Todo ello, sin un solo rasgo actoral, sin un ápice de impostura. Con su porte enigmático, hoy ya menos glacial, cuando está a punto de superar el medio siglo de vida.

Pregunta.- ¿Con qué frecuencia juega al tenis?

Respuesta.- Cuatro o cinco horas por semana. No demasiados partidos ni exhibiciones, pero me viene bien jugar, me siento mejor así.

P.- ¿Qué le falta al tenis de hoy en relación con el de su época?

R.- Me gusta el juego de hoy: es más rápido y se golpea más duro a la pelota. Me divierto mucho, especialmente con los partidos entre Nadal y Federer, dos estilos opuestos, exactamente lo que la gente desea ver. Lo mismo que sucedía conmigo y con McEnroe.

P.- La gente está deseando verles a ustedes. Había algo más en su propuesta.

R.- No creo que se deba comparar. Cada tiempo tiene sus campeones. El tenis de hoy es magnífico, también con grandes personalidades. Federer lo es; Nadal, también. Ellos llenan el juego de sensaciones gratas. Lo que nosotros hicimos, John [McEnroe], Jimmy [Connors] y yo fue democratizar el tenis, hacerlo popular alrededor del mundo, convertirlo en un entretenimiento.

P.- ¿Cómo lo consiguieron?

R.- Éramos muy distintos. La gente podía identificarse con maneras diferentes de hacer las cosas. Dábamos lo mejor de nosotros, protagonizamos grandes partidos, nos divertíamos con lo que hacíamos.

P.- ¿Era consciente entonces de lo que iba a significar para este deporte, de lo que ya estaba significando?

R.- No. En mi cabeza sólo estaba ganar partidos, ganar torneos, intentar ganar Grand Slams. No pensábamos en más. Ahora sí estoy satisfecho de cómo contribuimos al desarrollo del deporte, de haber vivido un periodo magnífico, muy competitivo. Me siento muy feliz de haber nacido en aquella época.

P.- ¿Aún se divierte jugando?

R.- Sí. Evidentemente no voy a volver a jugar como antes, pero me satisface reencontrarme con mis seguidores, volver a enfrentarme a los amigos de entonces y tratar de hacerlo lo mejor posible. Siempre quieres ganar, incluso hoy.

P.- Hay algunos puntos en común entre Nadal y usted: fortaleza mental, poder físico, juego desde el fondo. ¿Qué diferencias establecería?

R.- Él es aún muy joven. Es el número dos del mundo y ya ha ganado dos veces Roland Garros. Lo que más me llama la atención es el aspecto mental, la determinación por el triunfo. Él siempre quiere ganar, quiere ser el número uno, siempre entrega el cien por cien. Ésa es la actitud correcta. Hay muchos jugadores y muy buenos, pero hay muy pocos que quieran ser el número uno y que siempre pongan todos los medios para vencer.

P.- También se ha comparado a Nadal con Connors.

R.- No creo que haya que compararlo con nadie. Él es quien es. Fue capaz de llegar a la final de Wimbledon el pasado año. Lo más importante es que se mantenga a salvo de las lesiones. Si lo consigue, va a ser el número uno del mundo.

P.- ¿Incluso con Federer en acción?

R.- Depende del grado de motivación del suizo. Lo más interesante va a ser ver cómo se desenvuelve esta temporada sobre tierra batida. Si no lo hace bien, puede tener graves problemas de confianza.

P.- Nadal puede convertirse el próximo junio en el primer hombre que gana Roland Garros tres veces consecutivas desde que lo hiciera usted en cuatro 1978/81). ¿Cree que lo conseguirá?

R.- Pienso que sí, aunque si Federer pretende ganar en París, habrá de hacerlo este año.

P.- ¿Es cierto que fue John McEnroe quien le convenció de no vender algunos sus trofeos?

R.- No fue la manera más inteligente de pensar por mi parte. Es una historia muy larga. Él me llamó y me dijo: '¿Qué diablos piensas hacer? No puedes vender tus trofeos. Jugamos dos finales de Wimbledon, no puedes hacer eso?' Sí, me llamó numerosas veces. Somos buenos amigos. Me hizo ver las cosas de otra forma.

P.- Usted ganó tres veces consecutivas Roland Garros y Wimbledon. ¿Cree que Nadal puede ganar en Londres?

R.- Sí, sin duda. Es fuerte mentalmente, tiene buenos golpes de fondo, se mueve bien. Lo demostró el pasado año. La final que perdió con Federer estuvo bastante abierta. Todavía tiene algunas cosas que mejorar, como la volea, pero el aspecto mental es definitivo.

P.- ¿Qué jugadores le llaman más la atención de la nueva generación?

R.- Richard Gasquet es exquisito técnicamente, pero no muy fuerte de cabeza. Djokovic es el hombre a quien hay que mirar en el futuro. Pero insisto en que no hay ninguno como Nadal, ninguno tiene esa determinación y esa fortaleza mental.

PROGRAMA DEL TORNEO

Hoy. A las 19.00 h., en el Palacio de los Deportes, Goran Ivanisevic-Michael Stich. A continuación, Borg-Wilander.

Sábado. A las 19.00 h. El ganador del Ivanisevic-Stich, frente a Albert Costa. A continuación, el ganador del Borg-Wilander, contra John McEnroe.

Domingo. A las 11.00 h., tercer y cuarto puesto. A continuación, la final del torneo.

Entradas. De 10 a 75 euros. En taquilla y en todos los centros de El Corte Inglés. Tfno. 902400222.