CARMEN LLORENTE
MADRID.-
El grupo SOS, líder mundial en aceite de oliva, se ha propuesto llevar al sector los más modernos sistemas y tecnologías de cultivo. El presidente de la compañía propietaria de las marcas Koipe y Carbonell, Jesús Salazar, presentó ayer el Proyecto Tierra, un revolucionario plan que da un giro de 180 grados a las tradicionales fórmulas empleadas en la producción del llamado oro líquido.
El primer paso para poner en funcionamiento el proyecto ha sido la asociación con la empresa Todoolivo, líder mundial en la plantación del olivar intensivo o plantación en seto -sistema igual al que se utiliza en el sector del vino-, que permite la obtención de aceitunas en un menor tiempo y en mucha mayor cantidad que con el sistema tradicional.
El siguiente paso será buscar socios estratégicos que proporcionen terrenos agrícolas en Andalucía, Extremadura y Castilla-La Mancha, donde cultivar los olivos de acuerdo con el sistema de plantación en seto. Para lo que SOS recurrirá a tres fórmulas: la asociación con agricultores, el arrendamiento de tierras y la alianza con fondos de inversión. «Nosotros no vamos a invertir un duro en esta iniciativa», aseguró ayer Salazar.
En el caso de los fondos de inversión, SOS llevará a cabo la gestión de las fincas y del cultivo. Después los beneficios de la venta de la aceituna se repartirán al 50%. Por su parte, a los agricultores asociados se les asegurará la compra de toda la producción de aceituna a precio de mercado, además de ayudarles en la gestión de la tierra.
El objetivo es plantar 10.000 hectáreas de olivos al año con el objetivo de que en 2017, el 30% o 40% de la producción de aceite de oliva del grupo español provenga del Proyecto Tierra. De esta forma, SOS no sólo mejorará su acceso a la materia prima, sino que, además, ahorrará costes. Según sus cálculos con la plantación en seto la producción en una hectárea podría llegar a dar 10.500 kilos de aceitunas, frente a los 3.000 kilos del olivar tradicional, tres veces más.
Este ahorro repercutirá directamente el ebitda (resultado bruto de explotación) de la compañía que, según su presidente, puede elevarse entre dos y tres puntos, en un plazo de dos años.
Salazar afirmó que la iniciativa ya ha sido presentada a varios gestores de fondos de inversión estadounidenses, los más especializados en inversiones agrícolas. «Les ha encantado. Te puedo asegurar que están haciendo fila para entrar en el negocio», afirmó el creador del imperio SOS con orgullo. Éste, además, recordó que el consumo mundial de aceite de oliva ha aumentando de 1.667 millones de toneladas a 2.924 millones en los últimos 15 años, lo que equivale a un incremento de un 75%, y auguró que en un plazo de 10 años se alcanzará la cifra de seis millones de toneladas.
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