El juez Fernando Grande-Marlaska ha pedido a Antena 3 que le envíe una copia del vídeo en el que se escucha perfectamente al líder de Batasuna proferir frases que podrían constituir un delito de enaltecimiento del terrorismo. Además de elogiar la figura del etarra bajo el lema Agur eta ohore gudari gaztea (Adiós y honor al joven soldado), Otegi se refirió a la «mano de hierro» con la que la izquierda abertzale respondería «a todas las agresiones».

Como informó este diario, la supuesta inexistencia de esa grabación llevó hace un mes a la Fiscalía a pedir el sobreseimiento provisional de la causa, iniciada con una querella del propio Ministerio Público. Al no existir acusación contra Otegi, el pasado 23 de marzo Grande-Marlaska archivó el asunto.

El magistrado descartó la única posibilidad que tenía para evitar ese archivo: dirigirse al superior del fiscal Luis Barroso para que confirmara o ratificara la decisión. A su juicio, lo excepcional de la medida requería un material probatorio rotundo, con el que entonces no contaba. En la causa sí están documentadas las palabras de Otegi por varias vías, pero no constaba, como reconoció el magistrado, una grabación cierta. Además, Otegi nuca ha asumido ante la autoridad judicial que hubiera pronunciado las palabras más comprometedoras.

La noticia del archivo llevó a Antena 3 a emitir el vídeo del acto, lo que llegó a conocimiento de Grande-Marlaska. El miércoles, el magistrado se dirigió a la cadena «a fin de que manifieste si existe en su poder alguna grabación de la manifestación [...] y en caso positivo que se remita a este juzgado, a la mayor brevedad, una copia fidedigna de la misma».

El magistrado tiene previsto visionar la cinta en presencia del fiscal y la defensa de Otegi y solicitarles su parecer, «previamente a pronunciarse sobre la reapertura del presente procedimiento».

Fuentes de la Audiencia Nacional ven muy complicado que se persone en la causa alguna otra acusación, como por ejemplo la Asociación de Víctimas del Terrorismo. Su presencia supondría que, aunque la Fiscalía insista en no presentar acusación, Otegi podría sentarse en el banquillo.

Si no lo hace, se trataría de la segunda acusación que el líder de Batasuna elude en pocas semanas. El pasado 21 de marzo, la Fiscalía retiró la que había formulado por otro presunto enaltecimiento. En este caso, en el funeral por la etarra Olalla Castresana, fallecida en Alicante cuando manipulaba los explosivos con los que pretendía atentar.

La causa por enaltecimiento y manifestación ilegal se dirigía contra Otegi y otra veintena de miembros de la izquierda abertzale presentes en la marcha. Según fuentes de la Audiencia, de la investigación sólo se encontraron elementos contra Otegi, y sólo por enaltecimiento.

El 20 de septiembre de 2003, Otegi y otros dirigentes de Batasuna participaron en el homenaje a Otazua, muerto seis días antes en el Alto de Herrera (Alava) en un enfrentamiento con la patrulla de la Ertzaintza a la que había tendido una emboscada.

El objetivo inicial del acto era manifestarse en Bilbao bajo el lema No apartheid, autodeterminazioa. Sin embargo, la muerte de Otazua acabó orientando buena parte de los mensajes hacia el etarra. En su discurso en las escaleras del Ayuntamiento de Bilbao, bajo un enorme cartel con el rostro del etarra muerto, Otegi afirmó: «La izquierda abertzale tiene un puño de hierro para todos aquellos que pretendan volver a someter a este país a una terapia que no soluciona el conflicto político. No vais a jugar con nosotros. No lo vamos a permitir. Vamos a responder a todas y cada una de sus agresiones, a todos sus emplazamientos».