MADRID.-
El candidato del PSN a la presidencia de Navarra, Fernando Puras, está realizando una auténtica cruzada para neutralizar la idea de que una mejora electoral de los socialistas navarros llevaría inevitablemente a un acuerdo con los nacionalistas de Nafarroa Bai con el fin de desplazar del poder a UPN y crear un órgano vinculante con el País Vasco que facilitase la continuidad del proceso.
Ayer, en los desayunos del Forum Europa, Puras dio un paso más, en dirección matizadamente distinta a la seguida hasta el momento. Por un lado, aseguró que no tenía la intención de alcanzar el Ejecutivo Foral «a cualquier precio» y, al realizar esta afirmación, dio prácticamente por descartado un acuerdo de gobierno con los nacionalistas. Pero es que, además, dejó abierta la puerta para pactar con UPN tras los comicios.
Sobre la primera de las posibilidades afirmó que «pactar a cualquier precio, sin condiciones, si los números dan, no forma parte de mi manera de entender las cosas», y aseguró que la opción ofrecida por Nafarroa Bai es «simplista y empobrecedora». De hecho, rechazó comparaciones con otros gobiernos socialistas coaligados con nacionalistas porque, según dijo, «en Navarra el nacionalista no es propio, sino vasco, y no busca la proyección de la Comunidad Foral en sí, sino disgregarla y anexionarla».
Sobre la segunda opción, la de pactar con el actual presidente navarro, se mostró más receptivo alegando que UPN es «un partido que ha mantenido una política de defensa de la posición institucional de Navarra». Recordó, no obstante, que UPN está realizando una política de confrontación permanente con el Gobierno central y que ha perdido carácter regionalista para acercarse al PP.
Batasuna planteó la posibilidad de crear una autonomía a cuatro -una asociación entre el País Vasco y Navarra-, como condición para continuar con el proceso, y esto desató todo tipo de hipótesis sobre la postura socialista.
Puras sostuvo que «no hay vía para un proyecto de integración» con el País Vasco «porque la ciudadanía se resiste». «No nos hubiera venido mal que algunos que pretenden defender proyectos con la violencia terrorista se hubieran dado cuenta de esto», argumentó al respecto, y aseguró que no concibe Navarra «sin formar parte de España, ni formando parte de ésta a través de un ente intermedio, ni junto a ningún otro ente en la que se halle integrada, o a la que sea anexionada o vinculada, vía por la que se atropella su historia y su personalidad incuestionable».
El candidato socialista explicó que, si llega a la Presidencia, sus prioridades serán tres: la superación de la «dialéctica del enfrentamiento identitario», el «afán de liderazgo» de la comunidad y el «compromiso político».
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